Antonio Cejalvo, director, mentor y amigo

Su carisma, visión y liderazgo lo convirtieron en una figura destacada dentro del panorama energético 

Antonio Cejalvo

Antonio Cejalvo / Germán Caballero

Joaquín P. Mas Belso

Oh capitán, mi capitán!! El saludo admirativo de un grupo de jóvenes hacia su líder en la magnífica película El club de los poetas muertos me sirven hoy, también a mí, para rendirle un merecido y sentido homenaje a Antonio Cejalvo, fallecido el pasado sábado 2 de marzo, tras una dura enfermedad.

Recuerdo perfectamente el día en que conocí a Antonio, fue el 5 de junio de 2002, cuando se publicó su nombramiento como director de la Agencia Valenciana de la Energía (AVEN), durante una de las escasas jornadas sobre energía en aquellos años que se celebraba en el ADEIT de la Universitat de Valencia.

Yo era entonces el primer becario que tuvo este recién creado organismo, que nació bajo el mandato de Fernando Castelló, como conseller de Innovación y Competitividad. Un año después de su designación, en julio de 2003, Antonio Cejalvo era nombrado, además, director general de Energía (DGE) de la Generalitat, cargo que ocupó hasta junio de 2015.

Fue el primer y único director de esta agencia energética que tuvo 11 años de vida, hasta acabar integrándose en 2013 en el IVACE, recientemente rebautizado como IVACE+i.

He de reconocer que desde que lo conocí, me deslumbró. Su carisma, liderazgo natural e innato, visión y solvencia técnica, lo convirtieron, de inmediato, en una figura destacada en el panorama energético autonómico y estatal. Un sector que en aquel momento estaba repleto de retos y oportunidades para las energías renovables y las tecnologías de eficiencia energética, entonces emergentes, y que más tarde eclosionarían hasta llegar, ahora, a la ebullición.

Desde su nombramiento, su labor fue determinante para el devenir del sector y supo conformar un equipo de 19 personas, perfectamente engranado y engrasado, que integraron inicialmente la Agencia Valenciana de la Energía y que, más tarde, se complementaron con el equipo de la Dirección General de Energía.

Bajo su dirección, la Agencia Valenciana de la Energía y Dirección General de Energía convivieron y colaboraron prolongadamente con naturalidad, normalidad y plena sintonía en la calle Colón, número 1, de Valencia; el primero ejerciendo su capacidad autorizadora, inspectora y sancionadora y el segundo impulsando las políticas de fomento, gestión de incentivos y seguimiento estadístico, funcionando de forma sinérgica y complementaria, no sumando, sino multiplicando.

Éramos una familia. Y como tal, además de trabajar hasta la extenuación también compartíamos los acontecimientos importantes de la vida, disfrutando de bodas, celebraciones, cenas y tantos momentos imborrables que siempre recordaremos.

Durante esos 13 años al frente de la política energética autonómica, este ingeniero perteneciente al Cuerpo de Ingenieros Industriales del Estado dejó una huella imborrable que aún hoy, casi 10 años después de su cese, sigue presente en el sector. De hecho, todos los conselleres con competencias en materia de energía lo revalidaron, por ser una figura insustituible. Tras Fernando Castelló, contó con la confianza de José Ramón García Antón (Q.E.P.D.), Mario Flores, Enrique Verdeguer y Máximo Buch quienes avalaron, sin dudar, su valía y capacidad de gestión.

El papel de Antonio Cejalvo fue crucial para dibujar el actual modelo energético de la Comunitat Valenciana. Defendió e impulsó con firmeza, determinación y gran convicción las energías renovables y la eficiencia energética, cuando apenas nadie hablaba de ellas ni concitaban el consenso actual sobre su vital importancia y necesidad. Bajó al barro y pisó mucho el terreno, buscando que la energía tuviera glamour y presencia en los medios.

Durante sus años en la dirección de ambos entes se gestó el ecosistema sectorial energético valenciano tal como lo conocemos hoy que, a grandes rasgos, apenas ha cambiado desde entonces. El Instituto de Tecnología Eléctrica evolucionó hacia el Instituto Tecnológico de la Energía y se crearon la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (AVAESEN) y el Clúster de la Energía de la Comunitat Valenciana. Un conglomerado de asociacionismo potente para afrontar con éxito el reto de la transición energética desde la óptica regional. A nivel nacional, participó activamente en la fundación, en 2003, de la Asociación de Agencias Españolas de Gestión de la Energía (EnerAgen), de la que fue el primer vicepresidente ejecutivo, cargo que también ocupó en la correspondiente asociación de ámbito europeo, FEDARENE.

Durante su mandato se impulsó el desarrollo del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana, aprobado en 2001, cuyos principios rectores él mismo concibió, y se aprobó el Plan de Infraestructuras Estratégicas de la Comunidad Valenciana (PIE) 2004 – 2010 y su posterior ampliación para el periodo 2010 – 2020, documentos de referencia en los que se marcaban objetivos ambiciosos, aunque realistas, de participación de las fuentes renovables bajo diferentes escenarios. La planificación de las redes de electricidad fue para él una prioridad, por tratarse de infraestructuras imprescindibles para garantizar la calidad y regularidad del suministro y posibilitar una mayor integración de energías renovables. También sentó las bases del Plan de Energía Sostenible de la Comunitat Valenciana (PESCV 2020).

Trabajador incansable, gracias en buena medida a su gestión se pasó de una presencia apenas testimonial en 2002 a una potencia de 1.600 MW en servicio acumulados en 2015 en energía eólica y solar (1.200 MW eólicos y 400 MW de energía solar). Cifra relevante en ese momento y que, desgraciadamente, apenas se ha incrementado en los últimos 9 años.

En su faceta personal, como referente y mentor de su equipo más cercano, su brillantez técnica y en la gestión, su pragmatismo y la búsqueda de la excelencia han motivado el elogio unánime de todos quienes le conocimos y tuvimos la inmensa suerte de estar a su lado personal y profesionalmente. Todas las cualidades del buen manager, que tanto cuesta dominar, le venían de serie, era un full equip.

Desde la timidez que le caracterizaba, sin ruido, ni estridencias, con empatía y asertividad, con visión y criterio, se ganó un incalculable cariño, respeto y admiración de todas las personas que trabajamos codo con codo con él.

Entre 2003 y 2015 siempre estuve a su lado, dando al cumplimiento al compromiso de lealtad y esfuerzo que le prometí cuando me dio mi primera oportunidad laboral con proyección real. Creo que no le defraudé. Me obsequió con su generosidad, por lo que mi aprendizaje junto a él fue inmenso, en métodos de gestión, en capacidad de análisis y pensamiento crítico, en pautas de comportamiento y en relaciones institucionales.

Como pupilo que fui de él, he de confesar que siempre ha sido, es y será, mi gran referente. Su figura es para mí irrepetible y, por ello, si alcanzo a ser la mitad de lo que él fue, lo consideraré un logro.

El pasado sábado se nos fue Toni, un padre, un hijo, un marido, un hermano, un mentor y un amigo. Nos dejó “uno de los nuestros”, el energy team ha quedado huérfano.

Hasta siempre, capitán.