Mata a su prima en Benifaió por recriminarle que bebía demasiado

Gloria y Paco se enzarzaron ayer a primera hora de la tarde en otra discusión en la que la mujer, de 57 años de edad, volvía a recriminarle a su primo su afición al alcohol. Sin embargo, esta vez, la disputa tuvo un final fatal. El hombre, que sorprendió a su prima y vecina cuando volvía de trabajar, le mostró su desacuerdo con sus advertencias con un navajazo en el cuello que le seccionó la yugular, y que le causó la muerte tres horas después. El detenido pasará previsiblemente mañana, viernes, a disposición judicial, según han informado a Europa Press fuentes de la Comandancia.

Todo ocurrió en un momento, poco después de las tres de la tarde y en mitad de la plaza José Rovira de Benifaió. Una vecina, amiga de la familia, les escuchó discutir, pero no le dio importancia. Poco después vio pasar al presunto asesino, Paco M. D., de unos 60 años, quien se lamentaba: "¡Ay, mi prima; ay, mi prima!". Gloria, tras recibir el navajazo, corrió a buscar ayuda y la asistieron varias vecinas. Un funcionario del ayuntamiento que se dirigía a casa tras su jornada laboral se encontró con la víctima y fue abordado por las vecinas a gritos: "¡Un coche, que se desangra!". A toda prisa, la trasladó hasta el ambulatorio, donde la mujer bajó por su propio pie.

Cura de choque en Urgencias

Personal de urgencias ya la aguardaba a la puerta pues una de las vecinas, la dueña de la floristería Vicente Rosa, había telefoneado anunciando su llegada. Allí le prestaron la primera asistencia y media hora después salió en una ambulancia del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) hacia el Hospital de la Ribera, donde ingresó en estado muy grave. Tras un tratamiento de choque en urgencias fue llevada al quirófano, donde falleció alrededor de las 18.00 horas, según han confirmado a Levante-EMV fuentes del hospital alcireño.

Gloria y Paco eran vecinos. Ambos residían al principio de la calle Trullàs, junto a la plaza José Rovira, donde ayer se produjo el altercado. Gloria era soltera y vivía en el primer piso del número 1 de esta calle, mientras que su primo reside con su tía en el número 3, en una casona antigua. La familia es muy conocida en el municipio y ambos eran apreciados por sus vecinos, según los testimonios recogidos ayer por este periódico.

Algunos de los vecinos conocían los problemas del agresor con la bebida, aunque lo consideran "una buena persona" y aseguran que nunca antes había planteado ningún problema. "Se tomaba dos o tres quintos en el bar, pero claro, estaba tomando también medicación", comenta uno de los vecinos.

Preocupada por su salud

Era frecuente ver a los dos primos juntos. Y era habitual también que Gloria D. Ll. le echara en cara a su primo que el alcohol no le hacía bien. Según señaló una vecina a este periódico, el hombre había recibido el alta no hace mucho tras ser intervenido de una dolencia en el hígado que podría tener que ver con el alcoholismo. Lo que nadie esperaba es que "acabara así", se lamentaban. Él estaba de baja, aunque trabajaba en el campo. De hecho, ayer empleó una de sus herramientas de trabajo, una navaja de de cosechar escarolas, para atacar a su prima con resultado mortal.

El crimen conmocionó Benifaió. Numerosos vecinos visitaron la Plaçeta de l'Àngel para observar el dispositivo policial e informarse a través de los vecinos de lo sucedido. Efectivos de la Guardia Civil acordonaron la zona y marcaron los diversos puntos en que se apreciaba la sangre de la víctima, que formaba un reguero que cruzaba toda la calzada.

El presunto asesino se entregó inmediatamente a la Policía Local. Se dirigió al ayuntamiento, donde antiguamente estaba el retén, y allí acudió una patrulla que lo retuvo y lo entregó después a la Guardia Civil. En las próximas horas pasará a disposición judicial.

"Es una lástima que mi ayuda no haya servido para salvarle la vida"

"Es una lástima que mi intervención no haya servido para salvarle la vida a Gloria", se lamentaba ayer el joven de Benifaió que socorrió a la mujer tras recibir el navajazo mortal. Se encontró con ella cuando se disponía a volver a casa tras su jornada laboral en el Ayuntamiento de Benifaió con su mujer, embarazada de nueve meses, y fue ésta quien le animó a parar ante las llamadas de las vecinas, que sostenían a la víctima que estaba toda cubierta de sangre, según detalla este joven. "Ella [su esposa] se quedó aquí [en la floristería] y yo me fui a toda prisa al ambulatorio", explica.

La rápida actuación de este joven funcionario permitió "que los médicos pudieran actuar en Urgencias", asegura pero no sirvió para salvarle la vida porque la herida era mortal, según reconocen fuentes hospitalarias. Ayer, tras toda la tarde en el lugar de los hechos prestando testimonio decía sentirse "de bajón". "No le deseo a nadie un trago como éste", decía. Como otros vecinos reunidos en la zona, este chico también conocía, aunque de lejos, a la familia afectada, de los que nunca había escuchado ninguna queja.