Por tercera vez en cuatro meses, la Guardia Civil detuvo ayer a parte de los presuntos miembros de la banda de narcotraficantes que contaba con una red de topos dentro del puerto de Valencia y que fue desmantelada por primera vez en octubre pasado, con la detención de 18 de sus integrantes. El último golpe policial a esta organización de múltiples ramificaciones fue dado por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Valencia la semana pasada.

Los agentes detuvieron a un estibador y a tres hombres más y, según fuentes próximas a la investigación, algunos de ellos ya habían sido arrestados en la primera semana de octubre, cuando cayó el grueso de la organización. En esa operación, desarrollada de manera conjunta por la Guardia Civil, la policía nacional y la Agencia Tributaria, fueron arrestados cuatro estibadores y dos vigilantes que prestaban servicio en una terminal de contenedores del recinto portuario valenciano.

Además, cayeron un colombiano considerado dueño del último alijo intervenido en aquel momento -86 kilos en un gancho perdido decomisado el 30 de septiembre de 2010- y un clan de Natzaret que supuestamente sacaba las bolsas con cocaína de los contenedores.

La misma red del falso cura

En diciembre, el EDOA de Alicante detenía de nuevo a parte de la misma banda y al falso cura de Natzaret, y les imputaba haber sacado del puerto otro cargamento más de cocaína.

En esta última ocasión, el EDOA ha detenido al estibador y a los otros tres acusados por haber gestionado la llegada y entrega de un alijo de 65 kilos de cocaína intervenido a primeros de octubre de 2009 en el puerto de Valencia. La droga, como adelantó entonces este diario, llegó como "gancho perdido" en un contenedor procedente de Suramérica que traía pimentón para una empresa de Murcia.