Los amigos y compañeros de clase de Héctor Julián Vila, el adolescente de 14 años, asesinado en Castellar-Oliveral el pasado viernes, quisieron ayer rendirle un homenaje a las puertas de la Iglesia Virgen de Lepanto por todos los buenos momentos que junto a él han compartido y para decirle que allí donde esté, «siempre estará con nosotros», aseguraron.

«Héctor siempre te hacía sonreír, era el bromista del grupo», recuerda Javi, amigo del fallecido desde pequeños. «Le gustaba jugar a la Play y montar en «skate», añadía Samuel, otro de sus mejores amigos. Pero la gran afición de Héctor era hacer «parkour», ese deporte alternativo que consiste en ir de un punto a otro superando obstáculos y saltando todo aquello que se interpongan en el camino, vallas, paredes,... «Lo practicaba desde los ocho años», aseguró uno de sus amigos. Además, en verano solía ir con su padres a un camping en el Saler.

Su grupo de amigos colocó velas en la puerta de la Iglesia de Castellar y en el portal de su vivienda para que la llama de su amistad nunca se apague.