Los trece detenidos -diez hombres y tres mujeres- por presuntamente explotar laboralmente a 150 trabajadores del campo han ingresado en prisión. El titular del juzgado número tres de Picassent ordenó cárcel para los arrestados en una operación conjunta que realizaron la Guardia Civil y la Policía Nacional en Sueca, Cullera y Almoines. El juez acabó los interrogatorios a las cuatro y media de la madrugada del viernes.

Los detenidos, de nacionalidad búlgara y rumana, se dedicaban a captar ciudadanos de estos países para ponerlos a trabajar en los huertos de forma irregular. Los recogían en furgonetas, los llevaban a los campos, cobraban al final de la jornada y luego los reintegraban a pisos-patera, donde vivían hacinados. Los cabecillas se llevaban un porcentaje de los sueldos y les cobraban otra cantidad por el alquiler del piso o la gestión de papeles. De las investigaciones, sin embargo, se confirma que no era una única red de explotación. Se trataba de tres grupos diferentes y sin relación que actuaban en Sueca, Gandia y Pedralba.