La Policía Nacional detuvo en Burjassot a tres jóvenes a los que se les acusa de organizar en una casa de campo peleas de gallos. Los arrestados además medicaban a las aves y les inyectaban vigorizantes para mejorar su resistencia.Los arrestados, de entre 22 y 25 años y de nacionalidad española, están imputados por un supuesto delito relativo a la flora y fauna y animales domésticos. Los policías recuperaron doce gallos de pelea que presentaban graves lesiones, en su mayoría múltiples picaduras sangrantes en la cabeza y diversas fracturas.

Según se desprende de la investigación, los individuos habrían organizado en la casa de campo de Burjassot al menos cuatro peleas de gallos que realizaban en un tentadero creado para ello. Alguna de las peleas había acabado con los animales muertos, que posteriormente tiraban a contenedores de basura.

En el entrenamiento les amputaban las crestas y les suministraban suplementos para dotarles de energía e inyectables para reforzar su recuperación , retardantes de la fatiga y vigorizantes utilizados habitualmente en caballos. Los detenidos, con antecedentes policiales, fueron puestos en libertad con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sean requeridos.