Un hombre acusado de degollar y asestar 36 puñaladas a su pareja sentimental en el puerto de Catarroja admitió ayer el crimen, pero insistió en que no era consciente de sus actos porque sufrió un trastorno mental. El acusado supuestamente acuchilló a su pareja y tiró el cuerpo a la Albufera. La Fiscalía reclama una condena de 22 años de prisión y la acusación particular solicita 23 años. La defensa pide que se le aplique la eximente de enajenación mental y que sea internado en un centro psiquiátrico. El procesado está en prisión preventiva desde el crimen.

Los hechos supuestamente ocurrieron el 12 de noviembre de 2010. Según la Fiscalía, la pareja había ido a dar un paseo al puerto de la Albufera y en un momento determinado ella rompió a llorar por unos problemas familiares que dificultaban su relación. El hombre, que había acudido a la cita armado con un cuchillo de cocina, aprovechó que ella agachó la cabeza para ponerla en su regazo en busca de consuelo para asestarle dos puñaladas en el cuello. Después, el imputado supuestamente dio una treintena de puñaladas a la víctima.

El acusado negó ayer la relación sentimental con la víctima y aseguró que solo eran amigos, aunque cuando declaró ante la Guardia Civil sí admitió la relación sentimental. El homicida confeso indicó que cogió «instintivamente» el cuchillo de cocina de su casa, pero insistió en que no había planeado matar a la mujer. «Me encontraba muy mal psicológicamente. Una semana antes del crimen intenté suicidarme y estuve dos días en coma. La depresión me hacía perder la cabeza», destacó.

El procesado añadió que solo recuerda haberle cortado el cuello a la víctima y admitió que era consciente de que «la dejaba sin vida». «Me enteré de que le había propinado 36 puñaladas cuando me detuvieron. Nunca he sido agresivo. Mi problema es el alcohol. No sé por qué lo hice. Es como si hubiera sido una película». El juicio, que se está celebrando mediante el tribunal del jurado, continuará hoy.