La Guardia Civil de Camporrobles ha detenido a un hombre acusado de un delito de inducción a la prostitución de una persona discapacitada tras averiguar que el sospechoso, vecino del citado municipio valenciano, comercializaba presuntamente con su mujer y ofrecía los servicios sexuales de ésta a cambio de dinero. La víctima, de 34 años, tiene un grado de minusvalía del 65 por ciento, concedido por un juzgado de Cuenca y reconocido por la Generalitat. Al parecer, el acusado se aprovechaba de este «retraso mental ligero» de su esposa para prostituirla y dejar que otros vecinos del pueblo, de entre 65 y 85 años, tuvieran relaciones sexuales con ella a cambio de dinero, comida o tabaco.
Los investigadores han imputado a su vez a otras cinco personas, supuestos clientes habituales de la mujer, quienes aseguraron desconocer que ésta estuviera incapacitada judicialmente, aunque alguno de ellos sí reconoció que sabían que «no estaba muy bien de la cabeza».
Las investigaciones de la Guardia Civil de Camporrobles comenzaron a raiz de una denuncia de una trabajadora social del Ayuntamiento, a oídos de quien había llegado información sobre la posibilidad de que esta mujer, discapacitada mentalmente y con tres hijos a su cargo, podía estar siendo obligada a prostituirse por su propio marido.
Asimismo, los agentes averiguaron tras varias pesquisas la identidad de hasta cinco vecinos del municipio que habían mantenido relaciones sexuales con la supuesta víctima bajo el consentimiento de su esposo. Varios de ellos reconocieron que le habían pagado por sus servicios con dinero en metálico o en especies, con comida o tabaco rubio para su marido, ya que ella no fuma.
El esposo de la mujer, ambos de origen español, fue detenido por un delito recogido en el Artículo 187 del Código Penal, por inducir a una persona incapaz a la prostitución. El Juzgado de Instrucción número tres de Requena ha dictado una orden de alejamiento.
