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Detención

Tres arrestados por el crimen del hombre desaparecido en Gandia

Los detenidos, de nacionalidad lituana, se han negado a revelar el lugar donde ocultaron el cadáver

Un mes y medio después de la desaparición de Javier Abil Orpegui, el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil ha logrado detener a tres hombres, de nacionalidad lituana, por su presunta implicación en el crimen de este vecino de Gandia de 45 años. Desde el primer momento, cuando se localizó el vehículo de la víctima con las puertas abiertas en la playa Venecia del Grau, todas las investigaciones se centraron en un posible homicidio. Además, las sospechas se cernían sobre tres hombres que fueron vistos saliendo en compañía de la víctima del pub de Gandia donde se le perdió la pista al desaparecido, como ya adelantó Levante-EMV.

Estos tres sospechosos, que estuvieron tomando copas con el fallecido, según los testimonios recabados por los investigadores, fueron arrestados ayer por la mañana en Gandia como presuntos autores de su muerte. Al parecer, los presuntos homicidas acabaron con la vida de Javier Abil a cuchilladas y posteriormente se deshicieron del cadáver, que todavía no ha podido ser localizado.

De hecho, tras estas detenciones la Guardia Civil espera retomar la búsqueda del cuerpo, aunque por el momento los arrestados se han negado a revelar dónde ocultaron el cadáver, según ha podido saber este periódico.

Por su parte, María del Mar, tía del desaparecido, señaló en la tarde de ayer a este periódico que la policía les informó de las tres detenciones y que los tres lituanos habrían reconocido que estuvieron con Javier la noche en que desapareció.

Según su relato, Javier no conocía a los detenidos. «Aunque ha pasado mucho tiempo desde la desaparición», ocurrida el 4 de mayo, «nunca se pierde la esperanza de hallarlo con vida», indica María del Mar, a quien la noticia ha causado desolación.

Asimismo, la madre de Javier, Mercedes Orpegui, fue informada ayer de que todo apunta a un asesinato, algo que ella ya se temía porque al poco de la desaparición señaló que su hijo nunca se habría marchado de casa sin comunicárselo. «Le han pegado y lo han enterrado», indicó la mujer.

El día de su desparición, el domingo 4 de mayo, Javier estuvo ayudando a su familia en el bar que éstos regentan en el Grau de Gandia. Tras despedirse de ellos se marchó a un pub, del que fue visto saliendo con los ahora arrestados. Desde entonces la Guardia Civil ha llevado a cabo varios rastreos para hallar el cadáver. En una ocasión incluso participaron amigos de la familia y vecinos del Grau, aunque su paradero sigue siendo un misterio.

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