Los dos jóvenes que resultaron gravemente heridos tras ser atropellados por otro en el parking de una discoteca de Albal aseguran que no participaron en la disputa previa que se produjo en el interior del local. Según sus familiares, las víctimas, de 25 y 28 años, habían ido a celebrar una boda y se disponían a coger el autobús cuando fueron «arrollados intencionadamente por esta persona», a la que no conocían ni con la que habían cruzado palabra alguna. Uno de los jóvenes ha perdido parte de la vista y padece un pequeño coágulo en el cerebro y el otro tiene la mandíbula rota.