El mal empleo de las redes sociales puede abrir las puertas de casa a los ladrones. Y es que a la vez que se incrementa el tráfico de información por estos medios, crece también el peligro de que la información llegue a personas no deseadas.

Un reportaje publicado por José Ignacio Recio en el portal consumer.es cita a Ángel Bahamontes, presidente de la Asociación Nacional de Tasadores y Peritos Judiciales Informáticos, quien advierte sobre «el mal uso de las redes sociales», que deja al descubierto datos «como dónde vivimos, qué posesiones tenemos e incluso si estaremos fuera de casa por una temporada y hasta cuál será su duración». Como es frecuente por estas fechas, las fuerzas de seguridad tratan de concienciar a los ciudadanos sobre las medidas para evitar robos.

Entre otras pautas, recomiendan guardar los objetos de valor en lugares seguros, pedir a un vecino que recoja el correo y no hacer demasiado evidente la marcha.

Mal uso de nuevas tecnologías

Pero, además, el mal uso de las nuevas tecnologías puede dar pistas a los intrusos sobre la ausencia de ocupantes en la vivienda (chats, redes sociales...). En este artículo se explica que a los tradicionales sistemas para evitar robos se deben sumar otros más innovadores, pues ya no valen solo los habituales consejos para no ser víctima de alguna de estas acciones delictivas.

El mal uso de las redes sociales deja al descubierto demasiados datos sobre nuestras costumbres y planes. De hecho, con tan solo leer los metadatos de una simple foto subida a una red social, se puede saber la geolocalización, día, hora, año...

Y los perfiles de las redes sociales están repletos de fotos de las vacaciones de verano, mientras se está disfrutando de ellas, y llenos de frases como «en el aeropuerto dispuesto a coger el avión rumbo a...». Demasiadas facilidades que pueden ocasionar más de un disgusto. Por eso, hay que impedir a toda costa que los ladrones sepan que una casa estará vacía durante unos días, y evitar así cualquier imprudencia.

Para que las redes sociales no abran una puerta de información sobre los propietarios de un piso, es importante seguir una serie de recomendaciones.

Por ejemplo, no escribir en redes sociales nuestra dirección, información personal u otro tipo de datos que puedan resultar comprometidos.

En segundo lugar, hay que configurarlas para que solo las personas más cercanas puedan acceder a nuestras publica­ciones.

En tercer lugar, hay que evitar compartir de manera automática información sobre la geolocalización. Muchas aplicaciones llevan incluido este servicio, que no se debe utilizar en la medida de lo posible.

Y en cuarto: aunque se desee que todo el mundo vea lo bien que uno se lo está pasando, hay que tratar de no publicar fotografías de las vacaciones, mientras se están disfrutando, o borrar la información contenida en las mismas.