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Robo

Unos butroneros desvalijan una joyería en el Cabanyal

Los ladrones realizaron dos agujeros y atravesaron un horno cerrado desde agosto para acceder al establecimiento Los delincuentes desconectaron la alarma y el sistema eléctrico

Unos butroneros desvalijan una joyería en el Cabanyal

Unos ladrones desvalijaron este fin de semana una joyería del valenciano barrio del Cabanyal tras abrir dos agujeros y atravesar otro negocio contiguo al de las víctimas. Aunque la cuantía del botín aún está pendiente de ser valorada por los propietarios del establecimiento, se presume elevado, ya que se llevaron casi todas las joyas y relojes que había en a tienda. Varios vecinos afirman haber visto a dos hombres sospechosos rondando por los alrededores en los días previos al golpe.

El robo fue descubierto ayer por la mañana por la dueña de la joyería, cuando fue a abrir al público tras el descanso del fin de semana. La mujer trató en vano de subir la persiana metálica, que se acciona con un mando a distancia que pone en marcha la apertura mediante un sistema eléctrico. Después de varios intentos, decidió avisar a un cerrajero, que acudió poco después al lugar, un bajo ubicado en el número 4 de la avenida del Mediterráneo.

«El cerrajero pensaba que se habrá averiado el motor que hace subir y bajar la persiana, porque el sistema no obedecía», explica un vecino. Finalmente, el operario pudo subir manualmente la persiana y fue entonces «cuando se dieron cuenta de que la puerta de la joyería estaba abierta y todo el interior, revuelto».

La dueña del establecimiento llamó de inmediato a la Policía Nacional, que envió varias dotaciones al lugar, mientras la mujer esperaba en la calle «por si quedaba algún ladrón en el interior, aunque lo normal es que hiciese mucho tiempo que se habían ido con su botín», aventura el mismo vecino.

Los primeros agentes que llegaron accedieron al interior e inspeccionaron el establecimiento. Enseguida se percataron de la existencia de un agujero en una de las paredes laterales del fondo de la joyería, justo en el tabique que comparte con el horno contiguo.

Los agentes no tardaron en descubrir que los ladrones habían abierto un primer butrón desde el portal de la finca ubicada en la calle perpendicular -en el número 99 de Vicente Brull-, tras colarse primero en el patio y después, en el cuarto de los contadores. Los delincuentes contaron con la ventaja, que debían conocer de antemano, de que la panadería llevaba cerrada desde agosto, por lo que el estruendo de los golpes al abrir los boquetes en ambas paredes pasó totalmente desapercibido para los vecinos de ese inmueble.

Antes de entrar en la joyería, los ladrones cortaron todo el cableado eléctrico de la joyería -ésa es la razón por la que la dueña no pudo abrir la persiana exterior- para evitar la alarma, pero enseguida se dieron cuenta de que ésta se alimentaba, además, con una batería para evitar precisamente esa acción durante un robo, de modo que la abrieron y la quitaron, dejándola finalmente inactiva.

De este modo, pudieron trabajar cómoda y discretamente a lo largo de buena parte de la noche, posiblemente del sábado al domingo. Los ladrones, sin embargo, no llegaron a forzar la caja fuerte, aunque no está claro si no pudieron abrirla o si, simplemente, se conformaron con el resto del botín.

Un equipo de la Policía Científica examinó a fondo todo el itinerario seguido por los butroneros, así como los distintos puntos de la joyería en que trabajaron, en busca de posibles vestigios. Además, agentes del grupo de Robos de la UDEV de Valencia ya han empezado a indagar entre los vecinos, algunos de los cuales afirman haber visto a varios hombres desconocidos merodeando por las inmediaciones de la joyería en los días previos al asalto.

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