Agentes de la Policía Nacional detuvieron el jueves en el barrio de Benimaclet de Valencia a un joven, de nacionalidad rumana, minutos después de asaltar a una octogenaria en la calle y darle un tirón para apoderarse de su cadena de oro. El arrestado, de 25 años, está acusado de otros siete robos con violencia similares en los que sus víctimas son siempre mujeres mayores, a las que incluso ha llegado a tirar al suelo causándoles lesiones en alguno de los casos.
El detenido fue puesto a disposición judicial ayer y el juez del Juzgado de Instrucción número doce de Valencia acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza por al menos cuatro robos con violencia con el agravante de abuso de superioridad, ya que se aprovechaba de las condiciones físicas, mermadas por su edad, de las víctimas.
La Policía le imputa un total de ocho robos a mujeres mayores cometidos desde principios de año en la ciudad de Valencia. El último de los robos se produjo el pasado jueves por la mañana cuando le dio un tirón a una mujer de unos 80 años que iba tranquilamente por la calle, en el barrio de Benimaclet.
Al menos tres de las víctimas de estos robos le han identificado como su agresor mediante reconocimiento fotográfico en dependencias policiales. Por ello, y a falta de probar los otros cuatro robos que se le imputan, el juez decretó su ingreso en prisión provisional.
Hace justo una semana otro joven también era detenido en Valencia por hechos muy similares. El arrestado, de 20 años, asaltaba a ancianas tras esperarlas en el portal de sus domicilios. En este caso, en cambio, el acusado se valía de la colaboración de un compinche y no se limitaban únicamente al tirón, sino que también intimidaban a sus víctimas con una navaja. Ambos ingresaron en prisión provisional por estos robos con violencia e intimidación, como ya informó en exclusiva la semana pasada Levante-EMV.
Víctimas propicias
Este método de asaltar a personas mayores siempre ha sido una práctica muy común entre los delincuentes, quienes ven a los ancianos como víctimas propicias para sus robos. Desde esperarlos a la salida de los bancos para asaltarlos una vez hayan sacado el dinero de la pensión, a bandas de mujeres que se acercan a los abuelitos para apoderarse de su dinero mediante besos y arrumacos. Asimismo, la Policía recomienda a las personas mayores no fiarse de ningún viandante y no portar joyas ni dinero a la vista.
