La vecina de Soria de 36 años presuntamente asesinada a golpes por su marido, que ya ha sido detenido, en la noche del lunes presentaba «hematomas en la cara, la cabeza, el cuerpo y los brazos» así como «una herida sangrante» en el labio.

El inspector de la Policía Nacional en Soria, Luis Ángel Gómez, explicó que cuando llegaron los agentes al domicilio, hallaron a la víctima mujer, de nacionalidad marroquí, muerta en la cama y vestida. Según el inspector, el marido intentó excusarse declarando en un primer momento que «él salió de casa a comprar, su mujer se quedó en la ducha y, cuando regresó, la encontró tumbada en el pasillo y asegura que respiraba». Incluso trató de convencer a los agentes de que un golpe en la ducha fue lo que pudo provocar la muerte de su esposa. Antes de avisar al 112, el presunto asesino llamó a su hermana y ambos «recogieron todo y metieron a la mujer vestida en la cama».

Las primeras investigaciones han determinado que desde que se produjo la muerte hasta que se avisó a la Policía, sobre las 23.05 horas, transcurrió hora y media.

Fue un hermano de la fallecida «quien dijo que su hermana era víctima de agresiones por parte de su marido», aunque nunca las había denunciado. Las contradicciones y mentiras llevaron a la detención del presunto asesino, D.F. de 37 años y también marroquí, que se había casado un año antes con la víctima, con la que tenía un bebé de dos meses, acogido ahora con una tía.