«Con lo que yo quiero a tu hermana, ¿cómo le voy a hacer daño?». Con esta frase el presunto asesino de Nou Moles trataba de tranquilizar, semanas antes de cometer su brutal crimen, a una hermana de la víctima que no acababa de fiarse de él. «Yo veía cosas raras en él, pero mi hermana me decía que era feliz», se lamenta con un nudo en la garganta Catalina. «Tenía una doble cara cuando estaba con nosotros, pero había algo en él que no me inspiraba confianza», asegura llena de rabia por no haber podido proteger a Fuensanta de este «desgraciado que no merece vivir».
«Es muy duro. Cuando ves crímenes así en la tele sientes dolor por las víctimas pero cuando te toca a ti es...», se entrecorta su voz entre lágrimas sin poder encontrar palabras para describir el estado en el que está desde el jueves la familia de Fuensanta López García, la mujer de 42 años asesinada por su novio en el domicilio de éste en la calle Luis Lamarca de Valencia. «Mis padres están destrozados. Y las niñas...». Sobran las palabras y el consuelo de un extraño no alivia la pena.
Ahora, a lo único que se aferran los familiares de Fuensanta es a que su asesino pague por lo que ha hecho. «Que se pudra en la cárcel y que nunca salga de allí», reclama un tío de la fallecida. «Se hizo un cortecito para disimular, pero estaba dormido. Ese ni se quería matar ni nada. Que nos lo dejen a nosotros», añade otro familiar, que defiende la pena de muerte para este tipo de crímenes.
«La semana pasada me lo presentó mi sobrina en la calle y le di la mano a este hijo de la grandísima...», se lamenta este familiar tratando de volver atrás en el tiempo. «Para mí que ella se debió de dar cuenta de cómo era y quiso dejarlo», añade un tío de la víctima.
Murió del golpe en la cabeza
Mientras, Juan Mata, de 46 años, continúa ingresado en el Hospital General de Valencia bajo custodia policial, debido a las lesiones que él mismo se infligió. En el momento esté en condiciones de prestar declaración, una comisión judicial del Juzgado de Violencia contra la Mujer número cuatro de Valencia, encargado de la instrucción del caso, se trasladará hasta el centro médico para tomarle testimonio como acusado de un delito de asesinato.
Los primeros resultados de la autopsia practicada al cadáver de la víctima, realizada ayer en el Instituto de Medicina Legal de Valencia, han confirmado que la mujer falleció como consecuencia del fuerte traumatismo craneoencefálico que presentaba. Al parecer, su asesino presuntamente le propinó a traición un fuerte golpe en la cabeza con un bate de béisbol, que fue hallado ensangrentado junto al cadáver. Posteriormente su agresor habría cogido un cuchillo y le habría asestado al menos siete cuchilladas a su víctima en la espalda cuando ésta yacía ya muerta en el suelo.
Además, a la espera del resultado definitivo de autopsia, la data de la muerte se sitúa en la franja horaria de primera hora de la tarde del miércoles. Como ya adelantó Levante-EMV, el estado en que fue encontrado el cuerpo sin vida de la mujer hizo pensar desde un primer momento a los investigadores de Homicidios que el presunto asesino cometió su crimen al menos la noche anterior, y que fue horas después cuando trató de suicidarse autolesionándose con pequeños cortes en la muñeca y el pecho, y la ingesta de tranquilizantes.
«Aún me parece que la vaya a ver paseando al perro como todos los días. Siempre con una sonrisa y una palabra buena para todo el mundo». El recuerdo de Fuensanta permanece entre los suyos.
