Un aristócrata escocés, entre cuyos ancestros se encuentra el Macbeth que inmortalizó Shakespeare, está siendo juzgado en un tribunal de Nairobi, la capital keniata, después de que en julio pasado la policía de ese país interviniese casi 100 kilos de cocaína en un contenedor con azúcar de caña que se le escapó a la agencia antinarcóticos estadounidenses, la DEA, y a la Policía Nacional en Valencia.

El acusado, heredero del VI Conde de Cawdor, es administrador de una empresa radicada en Mombasa, que importa habitualmente grandes cargamentos de azúcar de caña fabricado en Brasil. El contenedor donde viajaban los 99,7 kilos de cocaína que han acabado con Jack Marrian, de 31 años, en el banquillo, formaba parte de una partida de veinte contenedores que viajaron desde el puerto de Santos, en Brasil, hasta Valencia, donde fueron descargados para ser transbordados a otro barco que debía llevarlos a Mombasa.

La DEA alertó a la Udyco central, con sede en Madrid, de la existencia de la droga en los muelles valencianos, lo que generó una operación en la que también participó la Udyco de Valencia. Los agentes solicitaron que se revisaran los veinte contenedores de la empresa de Marrian, pero cuando lo hicieron, algunos ya habían embarcado y seguían su ruta hacia África por la demora de la DEA. Ninguno de los contenedores inspeccionados en Valencia llevaba nada distinto a bordo del azúcar de caña refinado, de modo que la droga sólo podía estar a bordo de los que ya habían partido hacia Mombasa.

Así las cosas, la DEA alertó a la policía antinarcóticos de Kenia, que intervino el contenedor nada más ser descargado en el puerto de Mombasa, el mayor de África oriental. Tras hallar en el interior los cien kilos de cocaína distribuidos en tres mochilas -se trataba de un gancho perdido-, camufladas entre sacos de azúcar de caña amontonados, los policías keniatas no se lo pensaron dos veces y detuvieron al responsable de la empresa receptora del azúcar, Jack Alexander Wolf Marrian, y a uno de sus hombres de confianza, el keniata Roy Francis Mwanthi, bajo la acusación de tráfico internacional de drogas a gran escala.

Eso sucedía a medios de julio. Tras las detenciones, la policía dejó en libertad a ambos a la espera del juicio, que dio comienzo el pasado 3 de octubre en la corte de Kibera, en la capital del país africano. La detención y el posterior juicio a Marrian, que estudió en el mismo colegio que Catherine Middleton, la esposa del príncipe Guillermo, segundo heredero al trono inglés, ha supuesto un auténtico escándalo en el Reino Unido, hasta el punto de que la prensa británica al completo se ha puesto a favor del aristócrata escocés.

Presiones desde el Reino Unido

Hasta la DEA y Policía Nacional y Aduanas de Valencia han sido requeridos para que informen a las autoridades de Kenia de que Marrian no era un objetivo en su investigación. De hecho, es altamente probable que el heredero del condado y el castillo de Cawdor, que le fue regalado a Macbeth junto con el título nobiliario por el rey Duncan I en el siglo XI, no tenga relación alguna con el alijo de cocaína, ya que éste fue transportado por el sistema de gancho perdido, en el que ni el importador ni el exportador saben nunca que están siendo utilizados por los narcos para camuflar droga en sus envíos comerciales legales.

De momento, el juicio ha sido suspendido hasta el próximo 9 de noviembre con la excusa de que la policía keniata aún no ha podido aportar el análisis de la cocaína y su pureza, aunque algunos sectores creen que esa prueba, que es prácticamente instantánea en cualquier laboratorio del mundo, está siendo retenida por las presiones llegadas desde el Reino Unido, para dar tiempo a que lleguen los informes policiales españoles y estadounidenses exculpatorios que justifiquen dejar libre de la acusación de tráfico de drogas a Jack Marrian.