Un sexagenario acusado de abusos a una menor muere antes de ser juzgado

Un hombre de 68 años acusado de un delito continuado de abusos sexuales a una menor ya no podrá ser juzgado. El presunto pederasta, que tenía un juicio pendiente por estos hechos señalado para el pasado 14 de octubre, falleció hace meses, por lo que la vista oral prevista para ese día en el Juzgado de lo Penal número dos de Valencia fue cancelada. Asimismo, el juez ha acordado el archivo definitivo de la causa al quedar extinguida la responsabilidad criminal por el fallecimiento del único acusado, según ha podido saber Levante-EMV.

Sólo cinco años de edad

Los hechos se remontan al año 2006 cuando la víctima apenas contaba con cinco años de edad. Así, los supuestos abusos sexuales por parte de un conocido de la familia se habrían prolongado en el tiempo hasta el año 2010, pero la menor no lo habría puesto en conocimiento de sus padres hasta mucho tiempo después, indicaron las fuentes consultadas por este periódico.

En un domicilio de Valencia

Los presuntos tocamientos se habrían producido en el domicilio del acusado, en Valencia, aprovechando los momentos en los que éste se encontraba a solas con la menor, debido a la confianza que depositaban en él los padres de la niña.

Durante años la menor mantuvo en secreto estos encuentros con este sexagenario amigo de la familia «por miedo», y no fue hasta pasados diez años desde los primeros abusos cuando finalmente se decidió a contar lo ocurrido a sus padres.

Por contra, fuentes próximas al fallecido aseguraron que no había ninguna base jurídica para condenarlo y que de haber llegado a celebrarse el juicio habría sido absuelto, ya que existen varios testigos que desmontan el relato de la adolescente.

No obstante, el Ministerio Fiscal solicitaba para el acusado una pena de tres años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales, así como la prohibición de aproximarse y comunicarse con su víctima.

El juicio previsto para el pasado 14 de octubre por los citados abusos a la menor no llegó a celebrarse al fallecer el único acusado, quien definitivamente no tuvo tiempo de demostrar su inocencia o culpabilidad ante la Justicia por causa mayor.

Tampoco han trascendido más detalles sobre los hechos que iban a ser juzgados al no celebrarse el juicio oral como estaba programado.