El séptimo y último de los implicados en el asesinato de Francisco Javier Marcos Benavent, el camionero de Real de Gandia muerto a tiros y cuchilladas en Caudete (Albacete) el 28 de noviembre de 2014, ya está en prisión. El sospechoso, conocido por el sobrenombre de «Hulk», fue apresado en la madrugada del sábado, 1 de abril, en un área de servicio de Cuenca cuando circulaba en uno de los coches que solía utilizar y sobre el que el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Albacete había lanzado una alerta.

La táctica funcionó. Una patrulla del instituto armado que prestaba servicio esa noche reparó en la matrícula del vehículo cuando paró a repostar a altas horas de la madrugada. Al comprobar la placa, vieron que sobre el coche pesaba una nota de interés policial emitida por Homicidios, ya que se presuponía que el conductor estaba implicado en una muerte violenta.

Los agentes tomaron precauciones e identificaron al conductor, que resultó ser el hombre al que buscaban como séptimo implicado en el asesinato de Francisco Javier, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMVLevante-EMV el pasado 24 de marzo, cuando trascendió que los investigadores lo habían puesto en busca y captura tras reunir pruebas de su presunta participación en el crimen. De hecho, está acusado de formar parte del grupo de cuatro hombres que se trasladó desde València a Caudete para robarle y darle muerte.

El detenido, que ayer pasó a disposición del juez de Instrucción número 2 de Almansa, responsable de la investigación, negó ante el instructor que hubiese estado presente durante el asesinato de Francisco Javier Marcos Benavent, que recibió cinco tiros y seis cuchilladas después de ser arrinconado entre su camión y el arcén. Los presuntos autores materiales del homicidio le obligaron a detener su vehículo tras cerrarle el paso con dos coches cuando acababa de salir de Caudete en dirección a Yecla por la carretera N-344.

El juez ordenó el ingreso en prisión del séptimo presunto implicado, vecino de Riola y que trabajaba como portero en una discoteca de Gandia, quien, al parecer, se estaba ocultando en casa de un amigo suyo en Cuenca. Con él ya son cinco los encarcelados por este crimen: los cuatro presuntos autores materiales y el supuesto autor intelectual.