Trece largos años han pasado desde que fuera arrestado por su presunta relación en el doble asesinato de una pareja de novios, abatidos a tiros con una escopeta en un portal de Paternaabatidos a tiros con una escopeta en un portal de Paterna, y la Justicia vuelve a tocar a su puerta por otro grave delito. En aquella ocasión la causa contra él quedó archivada por falta de pruebas, al no coincidir su ADN con el hallado en las colillas encontradas en la escena del crimen, y su padre fue el único condenado por el crimen. Ahora vuelve a quedar eximido de toda responsabilidad después de que la Audiencia de València lo absuelva por la presunta violación de sus dos hermanas cuando éstas tenían apenas trece años.

El Ministerio Fiscal solicitaba para el acusado una pena de 28 años de prisión por dos delitos continuados de agresión sexual a menores de edad. No obstante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de València ha considerado que el testimonio de las víctimas, una de las cuales padece una discapacidad del 65% por retraso mental moderado, es insuficiente para enervar la presunción de inocencia del procesado, «ante la ausencia de elementos adicionales corroboradores de la versión incriminatoria».

El procesado siempre ha negado las graves acusaciones que pesaban sobre él, y así volvió a reafirmarse en el juicio, donde trató de desacreditar el relato de las menores asegurando que su hermana había tenido relaciones sexuales con otros chicos. Sobre el motivo de la denuncia, lo achacó a que querían salir de fiesta y él no las dejaba. La Sala no ha podido descartar esta versión ya que una de las víctimas reconoció haber mantenido una discusión ese día con su hermano porque éste no quería que saliera con chicos.

Ambas víctimas declararon detrás de un biombo, visiblemente afectadas, cómo su hermano las violaba cuando se encontraban a solas. Ninguna de ellas, aseguró conocer entonces el supuesto calvario que estaba viviendo la otra. «Yo le decía que no quería, pero me decía que estuviera tranquila», explicó una. «Me pedía que no se lo contara a nadie o que lo meterían en la cárcel», añadió. La otra hermana, quien también se encuentra bajo la tutela de la Generalitat, remarcó que su hermano «siempre venía borracho». La joven ni siquiera recordaba el número de veces que abusó de ella.

Esta imprecisión a la hora de localizar los hechos en el tiempo y algunas «incongruencias detectadas en sus diversos relatos» han hecho de sus testimonios prueba de cargo insuficiente. El ponente echa en falta que «no se practicara una pericial de credibilidad al testimonio de las menores», lo que les hubiera dado una información técnica especializada respecto a si estas contradicciones no desvirtúan la veracidad de su relato.

El mensaje que destapó el caso

El caso juzgado ahora se destapó a finales de julio de 2016 cuando una de ellas le envió un mensaje a su madre. Al comienzo de este mensaje la menor ya le advertía a su madre de que no le contara nada a su hermano. Tanto era el temor que tenía de que se enterara, que la adolescente prefirió decírselo vía WhatsApp para que no la viera hablar con ella. Así, le confesó que no era la primera vez, que «siempre le obliga a hacerlo cuando viene bebido», pero que esta vez le dolía mucho. Al finalizar volvía a recordarle que no le dijera nada. «Hazlo por mí, mamá».

La madre de las víctimas y del presunto agresor denunció los hechos ante la policía, después de que su otra hija también acabara confesando que había abusado de ella. La mujer, una testigo de referencia importante, no pudo declarar en el juicio porque falleció meses antes de la vista.

Las pruebas que lo exoneran

La defensa del acusado, ejercida por el despacho Montes Asociados, critica que su cliente haya permanecido veinte meses privado de libertad pese al resultado negativo de las pruebas de ADN. Además de la ausencia de restos biológicos que lo incriminen, la sentencia remarca que una de las denunciantes tenía el himen íntegro.

Asimismo, tampoco se ha podido demostrar que las lesiones que presentaba una de las menores, con erosiones en la espalda, la nuca y el escote, y una fisura anal aguda, fueran fruto de su resistencia a ser presuntamente violada.