La Guardia Civil detuvo ayer en Almoradí a una persona que, tras sufrir un posible brote psicótico, amenazaba con "quemarse a lo bonzo" y quemar a los agentes que intervinieron, según han informado desde la Comandancia de Alicante.

Los agentes acudieron, tras un aviso por desórdenes públicos, a una urbanización de la pedanía de Heredades, donde un hombre se encontraba enajenado arrojando objetos a la vía pública, y profiriendo insultos y amenazas a todo el que se acercaba por allí. Entre diversos objetos, había arrojado un bloque de hormigón a su propio vehículo, que se encontraba aparcado en la vía pública.

En principio, los agentes consiguieron que el hombre bajara desde el segundo piso al portal, donde intentaron calmarle y hablar con él, llegando incluso a abrir la puerta de la vivienda, pero tras pocos minutos y sin razón aparente, el hombre volvió a entrar en un estado de nerviosismo sin igual, subiendo al tejado sin que los agentes pudieran detenerle.

El hombre se subió al tejado con la intención de saltar al vacío, según sus propias palabras, pero llevando una botella de líquido inflamable con la que se roció el cuerpo, amenazando que, si alguien se lo intentaba impedir, se prendería fuego a él mismo y a los agentes.

Los dos Guardias Civiles solicitaron por radio apoyo a la Policía Local de Almoradí que, una vez llegaron, entretuvieron al presunto suicida mientras los guardias accedían al tejado a través de la terraza de un vecino. Una vez allí y cogiendo por sorpresa al hombre, que llevaba un mechero en la mano dispuesto para prenderse fuego, lograron reducirle y poner fin a los momentos de gran tensión se habían producido, logrando la tranquilidad y los elogios del vecindario.

Los servicios médicos trasladaron a este hombre, británico de 67 años y que podría padecer un trastorno bipolar, al Área de Psiquiatría del Hospital de la Vega Baja, para recibir ayuda médica.