El juez encargado del caso de la valenciana Pilar Garrido, asesinada en México presuntamente a manos de su marido, fue acribillado a tiros en el vehículo que conducía junto a una de las fiscales que también participaba en el juicio, cuya sesión se tuvo que suspender hasta el mes de enero. En principio, según las fuentes consultadas por Levante-EMV, el crimen no guarda relación alguna con el caso de la valenciana hallada muerta en el estado de Tamaulipas en julio del pasado año.

Todo apunta a que detrás de este doble asesinato se encuentra el cartel del noreste. De hecho, este grupo criminal ya había amenazado con atentar contra la procuradoría (fiscalía) y la judicatura de este estado mexicano.

El juez Abelardo Ibarra, integrante del tribunal en el caso contra el esposo y presunto asesino de Pilar Garrido, y la fiscal Erica Granados, de 33 años, fueron tiroteados en la ciudad de Victoria cuando circulaban en un vehículo conducido por el magistrado. Según las primeras investigaciones, los disparos fueron efectuados por una sola arma del calibre 9 milímetros. En la inspección ocular los agentes mexicanos hallaron un total de doce casquillos.

Luis Alberto Rodríguez, portavoz de Seguridad del estado de Tamaulipas, asegura que se están analizando «todas la circunstancias y los asuntos que estaban llevando a cabo, para establecer las líneas de investigación».

Las autoridades mexicanas han ofrecido incluso una recompensa a quien «dé información que conduzca a la identificación y localización del autor del homicidio de la representante Ministerio Público y del Juez de control».

El abogado Jorge Fernández, marido de la valenciana y que está en prisión acusado de estrangularla cuando regresaban de la playa, descarta que el crimen guarde relación con el juicio contra su representado.

En la sesión de ayer, que fue suspendida, tenían que declarar por videoconferencia la madre y la hermana de la valenciana de 34 años. Ambas han negado hasta la fecha que Pilar tuviera intención de separarse de su esposo.