El juez de Instrucción número 1 de València, que ha asumido la investigación de la intoxicación masiva de clientes del RiFF al estar de guardia el día en que se produjo el fallecimiento de una de las afectadas, ha decidido decretar el secreto de las actuaciones para preservar la investigación. El magistrado tomó la decisión después de que varias personas acudieron al juzgado con la intención de personarse en la causa, que aún son unas diligencias indeterminadas porque ni siquiera está claro si hay o no responsabilidades penales. Está previsto que el secreto se mantenga por un espacio corto de tiempo: hasta que se conozcan los resultados de los análisis.