Desde 2013, año en que empezaron a individualizarse los asesinatos de niños en episodios de violencia machista, 29 niños, incluidos los de ayer, han sido asesinados por sus padres, principalmente en casos de violencia de género contra las madres.

Las dos últimas muertes violentas de niños a manos de sus progenitores -antes de las de Godella- se registraron hace apenas seis meses y también en la C. Valenciana: un hombre que llevaba un año separado de su mujer mató con un arma blanca en Castelló a sus dos hijas, de dos y seis años.