La abuela de Damiel, de 3 años, e Ixchel, de 5 meses, los dos hermanos de Godella supuestamente asesinados por su madre durante uno de los brotes psicóticos que sufrió la noche que fueron muertos a golpes y en los días previos, ha declarado ante el juez de Instrucción número 4 de Paterna, donde ha vuelto a desgranar su vía crucis particular para intentar separar los niños de su madre, al temer que estuvieran en peligro.

Entre el lunes, 11, y el miércoles, 13, la abuela pidió ayuda a servicios sociales, a la Policía Local, al teléfono del menor y, finalmente, a la Justicia. Pero no pudo denunciar en el municipio donde vive, Rocafort, porque el juzgado más próximo, en Moncada, no abre por las tardes. Se fue a València y denunció que los niños corrían peligro, y que temía por su integridad física y psicológica. El juez envió un fax a la policía, sin carácter urgente, y otro a los decanatos de los juzgados de Paterna. Cuando los vieron, los niños ya estaban muertos.