El joven de 14 años que falleció durante la noche del sábado tras ser atropellado por un coche cuando caminaba por la calzada de la V-30, en la entrada a la ciudad de Valencia, iba con un bote de pintura y se había quedado rezagado del grupo con el que estaba, según han confirmado a Europa Press fuentes conocedoras de la investigación.

El accidente ocurrió cuando la víctima transitaba por la calzada en el kilómetro 3 de la V-30, en su enlace con la V-31. El joven iba con un bote de pintura, en una zona cercana al nuevo cauce del río Túria, donde se suelen hacer grafitis.

Un turismo que circulaba en dirección a la A-7 le atropelló y, como consecuencia, el adolescente falleció. Además, seis personas tuvieron que ser atendidas por crisis de ansiedad tras el accidente, algunas de ellas familiares de la víctima. El conductor del turismo dio negativo en las pruebas de alcoholemia y drogas que se le realizaron.

"Peligro intrínseco"

En relación a este suceso, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, preguntado por qué mensaje trasladaría a los jóvenes para evitar este tipo de siniestros, ha señalado que estas son unas actividades que "entrañan semejante peligro porque supone sobrepasar una autovía donde la circulación es rápida", por lo que es una situación que "genera mucho peligro intrínseco".

El delegado, que ha participado en el acto conmemorativo del 175 aniversario de la fundación de la Guardia Civil, ha pedido a los jóvenes que no pongan "en peligro sus vidas" en una época en la que hay espacios culturales y actividades en ayuntamientos e instituciones que "permiten disponer de foros donde manifestar la libre expresión".