Un joven, de 23 años y nacionalidad ecuatoriana, ha confesado esta mañana ser autor de un delito de abusos sexuales en grado de tentativa después de realizarle tocamientos a una amiga e intentar introducirle el pene en la boca, aprovechando que la víctima se encontraba ebria, cuando se dirigían en coche a una discoteca de Torrent.

La Audiencia Provincial de València le impone una pena de dos años de prisión por dicho delito de abusos, al tener en cuenta el reconocimiento de hechos por parte del procesado y considerar que éste no llegó a consumar la violación. Inicialmente el Ministerio Fiscal solicitaba para el joven una pena de cinco años de cárcel por un delito de abusos sexuales con acceso carnal.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 12 de octubre de 2017 cuando el procesado se encontraba junto a varios amigos, entre ellos la víctima, en una discoteca de València. En torno a las 5.30 horas decidieron trasladarse a Torrent en varios coches para seguir la fiesta en otro local de ocio situado en Centro Comercial de Las Américas. Fue entonces cuando el acusado y la joven se quedaron rezagados del grupo cuando éste aprovechó para "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales" intentar realizarle tocamientos a la víctima y que ésta le tocara sus genitales.

Pese a la oposición de la joven, una vez en la parte trasera del coche, donde también viajaban dos amigos en los asientos delanteros, el ahora condenado aprovechó que su amiga estaba mareada por la ingesta de bebidas alcohólicas para tumbarla sobre sus piernas y taparle la cara con una chaqueta. Así, sin el consentimiento de ésta, comenzó a tocarle los pechos y trató de introducirle el pene en la boca.

"Esto no está bien, déjame", le dijo la joven, que de forma reiterada le apartaba la mano y le pedía que parara, según ha quedado acreditado. Pese a ello la actitud del acusado no cesó hasta que llegaron a su destino y otro miembro del grupo de amigos se acercó a ellos.

La víctima, que sufre desde entonces "un cuadro psicológico de tipo ansioso que le está afectando a distintas actividades de su vida cotidiana", denunció los hechos ese mismo día. Aunque en un primer momento negaba haber abusado de ella, el procesado ha acabado esta mañana reconociendo su culpabilidad durante la vista oral para ver reducida considerablemente la pena.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València impone al acusado además de los dos años de prisión una orden de alejamiento y prohibición de comunicación con su víctima durante el plazo de cinco años. Así como el pago de 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Por su parte, la defensa del joven ha solicitado la suspensión de la pena al no ser superior a dos años y carecer su cliente de antecedentes penales.