Un matrimonio de Albal fue asaltado en su domicilio el pasado miércoles por la mañana por tres encapuchados, quienes los maniataron y amordazaron, hasta que lograron apoderarse de un botín próximo a los 50.000 euros, según las fuentes consultadas por este periódico, que el empresario y su mujer guardaban en una caja fuerte de la vivienda. Por su parte, las víctimas del robo sostienen que la cantidad robada no era tal.

«Se ve que eran muy violentos, la mujer tiene la mano vendada porque le rompieron algún dedo», explicaba un vecino de la pareja. «Están atemorizados», confesaba sobre los motivos por los que las víctimas tenían ayer totalmente cerradas las persianas y no atendían al telefonillo de la puerta.

Este violento robo se produjo en una céntrica calle de Albal en torno a las 7.30 horas del pasado miércoles. Al parecer, los asaltantes habían controlado los movimientos del empresario y sabían que a esa hora sale de casa. Así, tras hacerle la espera, nada más poner un pie en la calle, tres hombres con el rostro oculto con pasamontañas, se abalanzaron sobre él y lo introdujeron por la fuerza de nuevo en el inmueble.

Los atracadores, de acento español, portaban armas blancas, con las cuales amenazaron de muerte al matrimonio para que éstos les indicaran dónde guardaban todo el dinero. Mediante amenazas y el uso de la violencia lograron que las víctimas les dieran la combinación de la caja fuerte. De esta forma los ladrones se apoderaron de un botín próximo a los 50.000 euros, entre dinero y joyas, según las fuentes consultadas por este periódico.

Los autores del robo huyeron del lugar y la Guardia Civil trata ahora de identificarlos revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad de los comercios de la zona. Por su parte, las víctimas fueron atendidas pero no presentaban lesiones de gravedad.

Se trata del segundo robo con violencia en el municipio en estos últimos meses. Fuentes municipales indicaron que el resto de robos en viviendas perpetrados a lo largo de este año han sido mediante la fuerza, principalmente por rotura del bombín de la cerradura.