Un preso de 48 años que había sido trasladado desde el Centro Penitenciario de Picassent a los juzgados de València esta mañana, donde tenía que comparecer a un juicio en el Juzgado de Lo Penal número 18, se ha escapado de los calabozos de la Ciudad de la Justicia de València en circunstancias que investiga la Policía Nacional.

Numerosos agentes de la Policía Nacional, encargados de custodiar a los detenidos, así como agentes de la Guardia Civil, que se encarga de la seguridad de las instalaciones judiciales, en colaboración con la vigilancia privada del recinto judicial, rápidamente han establecido puntos de control en todas las salidas.

Tras revisar las cámaras de seguridad se ha comprobado que el fugitivo ha escapado por la puerta principal de la Ciudad de la Justicia de València en torno a las 11.30 horas, apenas minutos después de salir de los calabozos, aprovechando que todavía nadie se había percatado de su ausencia.

El reo había sido trasladado desde el centro penitenciario a primera hora de la mañana por agentes de la Guardia Civil de conducciones. Así, una vez en los calabozos la Policía Nacional se hizo cargo de su custodia y lo subió a declarar al Juzgado de Instrucción número 18, donde tenía una causa pendiente por tráfico de drogas y circular sin permiso de conducir.

Según ha podido saber Levante-EMV, el preso fugado habría aceptado en la vista oral una pena de tres años de prisión. Aunque no se ha esperado a poder cumplirla, tan pronto como fue bajado de nuevo a calabozos el delincuente, con numerosos antecedentes penales, ha escapado de su celda y ha salido como si tal cosa por la puerta principal de la Ciudad de la Justicia sin levantar sospechas hasta que ya era demasiado tarde.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana han informado que el juicio se ha celebrado según lo previsto, con la comparecencia del acusado, en el Juzgado de lo Penal 18 de Valencia, y se ha saldado con un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y la defensa. En virtud de ese acuerdo, la magistrada ha dictado una sentencia in voce por la que se le ha condenado a tres años y un día de prisión como autor de un delito contra la salud pública, en su modalidad de sustancias que no causan grave daño a la salud en cantidad de notoria importancia, con la concurrencia de la atenuante de drogadicción.

Además, la titular del juzgado le ha impuesto otra pena, de cuatro meses y veinte días de prisión, por un delito de conducción de vehículo a motor sin el correspondiente permiso, en este caso con la apreciación de la circunstancia agravante de reincidencia, han añadido estas mismas fuentes. Los hechos por los que ha sido juzgado el ahora fugitivo se remontan al 9 de abril de este año, 2019, cuando el acusado fue detenido en un control policial en la autovía A-7, a su paso por Sagunt, mientras conducía sin permiso un coche en cuyo maletero fueron hallados 32,6 kilos de hachís.