«Era como si no fuera él, no me hablaba y tenía la vista ida». Así relató ayer una víctima de violencia machista, que sobrevivió a un intento de asesinato en Almàssera en octubre de 2018, la actitud de su marido justo antes de que la emprendiera con ella a martillazos en la cabeza sin motivo alguno. La mujer justificó a su pareja: «hacía seis días que el médico le había subido la medicación y le hizo reacción». Y pidió a la Sala poder seguir manteniendo contacto con su agresor en prisión.

Por su parte, el acusado de un delito de asesinato en grado de tentativa, de 60 años y vecino de Almàssera, reconoció ayer los hechos en el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de València. Fiscalía, acusación particular y defensa llegaron a un acuerdo de conformidad por el cual el Ministerio Fiscal rebajaba la pena de ocho años de prisión, solicitada inicialmente, a tres años y nueve meses al contemplar la eximente incompleta de alteración psíquica.

Trastorno depresivo grave

En el momento de los hechos, ocurridos el 29 de octubre de 2018 en el domicilio familiar, situado en la localidad de Almàssera, el procesado padecía un trastorno depresivo grave con características psicóticas, en tratamiento desde el año 2012, que le hacían perder el contacto con la realidad y que le impedían conocer y comprender bien el alcance de sus actos.

El intento de asesinato, del que informó en su día Levante-EMV, se desató sin motivo aparente cuando la víctima, que insiste en que su marido jamás le había puesto la mano encima, estaba sentada en la cama del dormitorio escogiendo ropa y enseres de una mesilla de noche antes de ir a ducharse. El sexagenario cogió un martillo de un armario próximo y la atacó, con la intención de quitarle la vida, cuando su mujer se encontraba desprevenida e indefensa.

Fruto de los martillazos que le propinó en la cabeza, la víctima sufrió lesiones en el cuero cabelludo, un traumatismo craneoencefálico, fractura ósea y hematomas en la espalda. Además de la pena de tres años y nueve meses de prisión, la Fiscalía solicita para el acusado una medida de internamiento, con la misma extensión de tiempo, en un centro adecuado a su trastorno, a lo que se opuso la defensa.