Un helicóptero antiincendios. Es una de las últimas estratagemas de los narcos para camuflar droga desde el continente americano hasta el puerto de València, una de las principales vías de entrada de cocaína desde Suramérica con destino a Europa. En este caso, los narcos aprovecharon el tránsito de 48 horas del contenedor en República Dominicana -procedía de Chile- para forzar los precintos del contenedor y colocar junto al fuselaje 200 kilos de cocaína en mochilas, en el sistema conocido como de gancho perdido -importador y exportador desconocen que los narcos utilizan sus envíos para colocar dentro la mercancía ilegal-.

Eso ocurría el 17 de abril. Dos semanas más tarde, a principios de mayo, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil interceptaban en el puerto valenciano, en pleno confinamiento, el alijo de 200 kilos de cocaína. Esa acción ha permitido la apertura de una investigación en la República Dominicana en la que agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) ya tienen bajo investigación a varios trabajadores del puerto de Caucedo, precisamente donde fue introducida esa droga en el contenedor que devolvía a España un helicóptero antiincendios cedido a Chile para la campaña de lucha contra los fuegos forestales en ese país.

No son los únicos trabajadores portuarios bajo investigación. Mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional informaron ayer de que hay abiertas varias investigaciones para detectar qué trabajadores relacionados con el Puerto de València están implicados en la llegada de las casi cuatro toneladas de cocaína recibidas en los muelles valencianos entre primeros de mayo y el pasado martes, cuando fue interceptado un camión con 1.862 kilos de cocaína que un grupo de 'ninjas' -los expertos que recuperan la droga del interior de los contenedores antes de que estos sean expedidos a las empresas importadoras, ajenas a ese negocio clandestino-, trató de recuperar violentamente en una gasolinera de la pista de Silla, después de que se les escapase el cargamento del puerto, tal como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV.

Los responsables policiales aseguraron que al menos cuatro de los seis contenedores que trajeron esos 3.800 kilos a València tienen dos puntos en común. El primero, que detrás está un mismo grupo de rescatadores o 'ninjas', parte de los cuales fueron detenidos tras la intervención de 500 kilos que llegaron camuflados entre sacos de azúcar.

Y el segundo, que detrás de esos 1.700 kilos de cocaína -o casi 60 millones de euros, traducidos a dinero- hay una misma organización holandesa que ya está bajo investigación por la policía de su país.

Los mandos también han explicado que la intervención de esas 4 toneladas obedece a que las redes colombianas han enviado más droga aprovechando la pandemia.