Esta mañana se han cumplido 72 horas desde que Regina R. A., de 48 años y víctima de maltrato, desapareció en el barrio de Morvedre, en el distrito de Trànsits de València, sin dejar rastro. Desde entonces, la Policía Nacional trata el caso como de máxima prioridad, ya que Regina había llegado a València hace apenas mes y medio huyendo de su domicilio en una capital andaluza, para escapar a las garras de su maltratador. Hay otro dato inquietante: hace alrededor de un mes, un desconocido la atacó en plena calle en una agresión que ella relacionó directamente con su expareja.

La denuncia de su desaparición ha sido interpuesto por una de las responsables de la Asociación Alanna, uno de los colectivos que prestan asistencia, ayuda y acompañamiento a mujeres víctimas de violencia machista o en situación de especial vulnerabilidad. Las mujeres de Alanna son su familia en València, adonde llegó sin conocer nada ni a nadie.

Tras contactar con la asociación, mediaron para buscarle un albergue como residencia provisional -justo ahora estaban a punto de conseguirle un piso que podía pagarse gracias a su trabajo- y le facilitaron un empleo a través del programa Integras Tú de inserción laboral.

Desde el primer día, Regina «se integró a la perfección, tanto en el albergue como en el trabajo. estaba realmente ilusionada y muy motivada para salir de la situación en la que se encontraba», explica Sandra Colomer, una de las responsables del citado programa.

Regina forma parte de los trabajadores asignados a tareas de mantenimiento en parques públicos de la ciudad. Cada mañana entraba a trabajar antes de las siete de la mañana. Nunca había faltado a su trabajo ni había dejado de cumplir con las tareas.

El pasado viernes, como cada día, salió del albergue, en el barrio del Botànic, en Extramurs, y se fue andando al parque que tenía asignado ese día muy cerca de la calle Reus. Se cruzó con trabajadoras del albergue, saludó con normalidad y siguió su camino.

A las ocho menos cuarto de la mañana, la responsable de Integras Tú recibió una llamada del jardinero que debía coincidir con ella en el parque para decirle que, un cuarto de hora antes, se había encontrado tirados en el suelo, junto a una de las entradas al recinto, un bolso de mujer y la mochila de fumigación asignada a Regina.

Sandra Colomer acudió de inmediato al lugar y alertó a la Policía Nacional. Dentro del bolso sonaba el móvil de Regina y, al parecer, también estaban dentro su documentación y su cartera, según comprobarían después los agentes.

Tras formalizar la denuncia en la comisaría de Trànsits, el caso ha sido puesto en manos del grupo de Homicidios de València, encargado también de las desapariciones de alto riesgo.

De momento, la Policía ya está tratando de recopilar las cámaras de seguridad de Tráfico y de distintos establecimientos que se encuentran en el recorrido a pie que Regina hizo desde el albergue hasta el parque, de unos 20 minutos a paso normal.

Atacada por un desconocido

Desde hacía un mes, las responsables de asignarle los trabajos a Regina R. A. habían aumentado las medidas de seguridad en torno a esta mujer, variándole a diario el parque asignado y dándole a conocer esa ruta solo a ella y la noche anterior a la jornada laboral.

La razón de tanta precaución era simple: hace alrededor de un mes fue atacada por un desconocido cuando realizaba labores de mantenimiento en el parque Profesor Antonio Llombart, justo frente a las instalaciones del Instituto Valenciano de Oncología (IVO). En esa ocasión, Regina contó que se le acercó un desconocido, que la empujó, le estiró violentamente del pelo y la tiró al suelo al tiempo que la amenazaba con una frase que, según denunció ante la Policía, «reconoció como de su maltratador, porque la decía habitualmente».

Desde entonces, «ha estado con ansiedad y muy preocupada, porque se sentía vulnerable», explica Sandra Colomer, quien, como el resto de sus compañeras, mantiene la secreta esperanza de «que todo quede en un susto».

Alanna ha realizado un llamamiento público para intentar localizar a Regina y ha facilitado dos teléfonos -680 411 226 y 605 237 379- a los que llamar en caso de que alguien la vea o crea haberla visto.