La muerte de Felipe González Céspedes, un sintecho de 64 años que apareció muerto con una cuchillada en el pecho en un parque de la plaza Martí Grajales de València el pasado 23 de diciembre de 2019, no iba a quedar sin castigo. Ocho meses después del crimen el grupo de Homicidios de la Policía Nacional ha logrado resolver el caso tras la detención de su presunto homicida, otro indigente con antecedentes, de 60 años y origen lituano, gracias a la identificación por el ADN hallado tanto en el arma homicida -un cuchillo de 20 centímetros de longitud con mango de madera- como en un tetrabrik de vino encontrado en un banco próximo al cadáver.

En el mismo brik se halló perfil genético tanto de la víctima como del ahora arrestado. Puede que ambos indigentes compartiesen la bebida, pero las pruebas biológicas halladas en el cuchillo han resultado finalmente irrefutables a la hora de incriminar al detenido, sospechoso desde el primer momento. Además, a ello se suman las contradicciones en las que incurrió cuando fue interrogado en su día por los investigadores, a quienes manifestó que se lo había encontrado muerto y que se había marchado al asustarse.

Se desconoce el móvil del crimen, dado que el arrestado sigue defendiendo su inocencia y niega haber discutido con el fallecido, aunque se sospecha que se trate de una disputa territorial. De hecho, el ahora detenido ya había amenazado a otros sintecho por querer pernoctar en su zona o tratar de ganarse algunas monedas como aparcacoches cerca del mercado del Cabanyal.

Llevaba horas muerto

El crimen se produjo el pasado 23 de diciembre de 2019 cuando sobre las cuatro y media de la madrugada un taxista alertó a la policía al ver a un hombre tendido en el suelo junto a un banco en la plaza Martí Grajales, en el barrio del Cabanyal. Agentes de la Policía Local de València encontraron ya al indigente fallecido, quien llevaba varias horas muerto sin que nadie se hubiera percatado. A pocos metros del lugar de los hechos los agentes encontraron un cuchillo ensangrentado con mango de madera y 20 centímetros de longitud.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional se hizo cargo del caso, al haber claros indicios de una muerte de etiología homicida. La víctima, que fue identificado como Felipe González Céspedes, de 64 años, presentaba una herida de arma blanca en el pecho. Tras varias averiguaciones los investigadores centraron sus pesquisas en Romas J., un hombre de 60 años y origen lituano que solía dormir donde fue hallado el cadáver, como principal sospechoso de esta muerte violenta.

Tras interrogar en su día al sospechoso, éste alegó que se encontró a su compañero ya muerto en el banco y decidió marcharse del lugar por miedo a que pudieran involucrarlo en su muerte. No obstante, el perfil genético hallado en el arma homicida ha desmontado su versión de los hechos.

El arrestado el pasado lunes, que se encuentra hospitalizado, cuenta con antecedentes policiales por amenazas, abuso sexual y quebrantamiento de condena, entre otros delitos. El Juzgado de Instrucción número 16 de València, en funciones de guardia, acordó el martes su ingreso en prisión provisional, sin posibilidad de fianza, tras tomarle declaración en el Hospital General de València. El presunto homicida se acogió a su derecho a no declarar y se limitó ratificar la versión exculpatoria que dio a la policía. El juez se inhibió en favor del Juzgado de Instrucción número nueve de València, encargado del caso, al encontrarse de guardia la noche del crimen.