Paola y Mauro, de 24 y 25 años, dos vidas truncadas por un desafortunado incendio, al parecer fortuito, en la vivienda de sus vecinos, situada dos pisos más abajo. Los moradores de la casa donde se inició el fuego lograron salir por sus medios y están ilesos, pero la joven pareja, que llevaban tres años de novios residiendo en la tercera planta de esta finca de la calle Sacramento Esteve de Xirivella, apenas tuvieron posibilidad de ponerse a salvo al ser sorprendidos por las llamas y el humo mientras dormían. «Entendemos que una parte fue un error humano, porque tomaron decisiones equivocadas al tratar de escapar del fuego, pero que nadie les avisara, ni tuvieran margen de tiempo para reaccionar, es ya una cuestión de negligencia», remarcan familiares de la joven pareja fallecida, destrozados tras confirmarse ayer la segunda víctima mortal de este trágico suceso.

Sus familiares buscan ahora respuestas, posibles responsables y entender cómo dos personas jóvenes y sanas fueron los únicos que no lograron salir a tiempo de la trampa mortal en la que se convirtió esta finca situada en el número siete de la calle Sacramento Esteve de Xirivella. Junto a ellos se encontraba uno de los hermanos de la fallecida, Víctor F., quien sufrió quemaduras en las extremidades pero que se encuentra fuera de peligro, y otra pareja de compatriotas, de unos 35 años, quienes resultaron intoxicados por el humo y permanecen en observación a la espera de conocer los resultados de la prueba por Covid-19, después de que la PCR que se habían realizado previamente los dos fallecidos diera positivo.

En total diez personas fueron atendidas por los servicios sanitarios de emergencia trasladados al lugar la madrugada del pasado miércoles - tres ambulancias del SAMU, dos SVB y una TNA-. Mauro y Paola fueron localizados inconscientes por los bomberos y la Policía Local de Xirivella en las escaleras de la finca. Ambos entraron en parada cardiorrespiratoria y pese a ser estabilizados en un primer momento, llegaron en estado crítico al Hospital La Fe de València, con graves quemaduras e intoxicación por monóxido de carbono. Paola, que acababa de cumplir 24 años este agosto, falleció esa misma mañana. Mauro, un día más tarde en la UCI del citado hospital, tal y como adelantó Levante-EMV.

Agentes del grupo de policía científica expertos en incendios realizaron ayer una minuciosa inspección en la vivienda donde se originó el fuego. Todo hace apuntar a un posible fallo eléctrico en un enchufe sobrecargado en el comedor de uno de los inmuebles del primer piso, donde reside una mujer y su hijo adolescente.

Ambos salieron de la casa antes de que se extendiera el fuego. «Desde que la llama prende hasta que se monta toda esa nube de humo hacia arriba debió de pasar un tiempo, el que habrían podido tener Mauro y Paola para poder escapar del infierno», lamenta un familiar.