El Juzgado de Instrucción número dos de Picassent investiga la muerte de un preso en el centro penitenciario de Picassent. El reo, que había ingresado un día antes por un delito de amenazas en el ámbito de la violencia machista, fue hallado ahorcado en su celda el viernes 9 de abril con los cordones de las zapatillas.

El preso estaba bajo tratamiento psiquiátrico y había protagonizado un incidente violento con su pareja, por el que fue detenido por la Policía Local de Albal. La mujer asegura que no había antecedentes de malos tratos y que presentó la denuncia por amenazas para que lo ayudaran, porque no se encontraba bien y temía que hiciera una locura.

Sus familiares exigen que se depuren responsabilidades y se aclare cómo pudo quitarse la vida dentro del centro penitenciario. "Tenía pensamientos suicidas y no nos hicieron caso", lamenta su esposa. "Era un enfermo mental, no un maltratador", apostilla.