La Guardia Civil ha registrado tres pisos -dos en Alzira y otro más en Cullera- durante una operación desarrollada a primera del pasado jueves en cumplimiento de una orden europea de investigación (OEI), solicitada por un juzgado de Lituania que dirige una operación contra una organización internacional dedicada al cultivo y distribución de marihuana a gran escala.

Los agentes confiscaron documentación y bienes en la vivienda, e informaron a su moradora, una mujer lituana, de que está investigada en la causa, como presunta integrante de la trama. Las fuentes consultadas por Levante-EMV han aclarado que es la esposa de uno de los cabecillas de la organización, ya encarcelado en su país tras ser detenido junto a una docena de personas en las últimas semanas.

Varios traficantes encarcelados en Lituania

Según la información recabada por este diario, se trata de una investigación puesta en marcha por la Policía Criminal de Lituania que ha permitido la desarticulación de una red que comercializaba en el país báltico grandes partidas de marihuana cultivadas en plantaciones clandestinas en naves industriales de la C. Valenciana.

El juzgado lituano que dirige la investigación ordenó prisión para varios de los detenidos por agentes de la Unidad de Investigación del Crimen Organizado de la Policía Criminal de Lituania, entre ellos el marido de la mujer cuyo domicilio fue registrado el jueves por la mañana en Alzira.

Una vez cerrada la operación en el país báltico, el juez lituano solicitó el auxilio judicial español a través de la oficina de Europol, que ha coordinado la intervención de la Guardia Civil, al tratarse de municipios integrados en la demarcación de este cuerpo policial.

Así, el jueves por la mañana, tal como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV, agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cullera, junto con agentes especializados en acción rápida e intervención de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic), acudieron al domicilio de la sospechosa, en la calle Gilaberto Martí de Alzira, en el que entraron tras franquear la entrada con la ayuda de un ariete.

Mucha documentación

Además, fueron registrados dos pisos más, en Alzira y en Cullera. Los agentes, en cumplimiento de la OEI de Lituania, inspeccionaron las tres viviendas en busca de documentación, pero también de dinero, ya que una de las sospechas de la Policía Criminal lituana es que el encarcelado en aquel país utilizaba el piso de su mujer en Alzira para ocultar parte del dinero vinculado al tráfico de drogas.

Desde hace tiempo, Europol viene alertando de que la C. Valenciana, pero también otros territorios españoles, se han convertido en el huerto europeo de las grandes organizaciones dedicadas al tráfico de marihuana, un estupefaciente de elevado consumo que, además, se paga en el norte y en el este de Europa a entre el doble y el triple de su valor en España.