La declaración de las dos menores que supuestamente fueron violadas por un grupo de jóvenes en Burjassot el pasado 16 de mayo y que estaba prevista para este lunes ha sido aplazada, sin que de momento se haya fijado nueva fecha. Este nuevo retraso se suma al que ya se produjo el pasado mes de julio y conlleva que las dos víctimas no hayan podido declarar todavía ante la jueza.

Así lo ha señalado Manuela Muñoz, la abogada de una de las menores, quien ha explicado que, tal como ocurrió en julio, cuando tenían que declarar, sigue pendiente el volcado del teléfono móvil de algunos de los detenidos.

Las dos menores tienen que declarar en la denominada prueba preconstituida, mediante la que se graba su declaración con cámara Gesell y de esta forma, en caso de que posteriormente se abra juicio oral, no tendrían que volver a explicar lo sucedido. Se da la circunstancia de que únicamente hay dos cámaras Gesell en la provincia de Valencia: una física, ubicada en el Instituto de Medicina Legal de València, y otra que funciona por videollamada, utilizada principalmente por víctimas localizadas en municipios alejados de la capital.

La escasez de estos espacios de seguridad para las víctimas menores hace que el retraso de las declaraciones sea importante. En este caso, las menores aún no han podido dar su versión de los hechos ante la jueza.

Así es la cámara Gesell, el refugio judicial de los niños

Así es la cámara Gesell, el refugio judicial de los niños Germán Caballero / A. Iranzo

Las supuestas agresiones sexuales ocurrieron hace cuatro meses en una casa abandonada de esta localidad del área metropolitana de Valencia y en total se detuvo a ocho personas: siete menores de edad -todos ellos quedaron en libertad vigilada- y un joven de 18 años, si bien la causa contra este último se archivó provisionalmente. 

Qué es una cámara Gesell

Se trata de un espacio tranquilo, fuera de los juzgados, utilizado para la declaración de víctimas de corta edad, que principalmente han sufrido agresiones sexuales o malos tratos. Este ambiente está diseñado para que los menores puedan dar su versión de los hechos fuera de la presión que supone hablar en un juzgado. Esta sala cuenta con otra anexa y separada por un cristal de visión unidireccional en la que se sitúan el juez, el fiscal, los abogados y el funcionario que maneja los sistemas.

La declaración de los pequeños queda registrada tanto en audio como en vídeo y en este caso es un psicólogo forense el responsable de hablar con el menor proporcionándole toda la confianza posible parta lograr su testimonio.