V. Contreras/Efe, Valencia

La juez de instrucción número 17 de Valencia en funciones ordenó ayer por la mañana la libertad con cargos del joven que el pasado sábado intentó huir tras estrellarse el coche que conducía a gran velocidad con un contenedor de vidrio en el paseo de la Pechina de Valencia, donde resultaron muertos dos de sus amigos y herido grave un tercero.

Según las fuentes del Tribunal Superior de Justicia, aunque el joven, vecino de Mislata al igual que los fallecidos, está acusado de un delito de conducir bajo los efectos del alcohol y drogas y por otros dos de homicidio por imprudencia, la juez acordó su libertad provisional ya que el Ministerio Fiscal no pidió su ingreso en prisión. Dado que el sistema penal español se basa en el principio acusatorio de que no existe una petición expresa de ingreso, no lo puede acordar de oficio, según estas mismas fuentes.

El conductor del vehículo -que no tiene carnet de conducir pero que, según las fuentes conocedoras del caso, a pesar de ello solía conducir el coche propiedad de su madre gracias a que ésta se lo dejaba- tendrá que comparecer ante el juzgado los 1 y 15 de cada mes, y la juez le ha requerido que se abstenga de conducir vehículos. Mientras tanto, los familiares de los dos jóvenes fallecidos -una chica de 19, B. C. V., y un chico de 22 años, J. R.- esperan a que se realice la autopsia de sus cadáveres para poder llevar a cabo los funerales. La autopsia tratará de determinar si, en el momento del siniestro, ambos jóvenes, que estaban en los asientos traseros del vehículo, iban sin el carnet de conducir.

Mientras tanto, el cuarto joven que iba en el vehículo, sentado en el asiento del copiloto, permanece ingresado en el hospital La Fe y su estado es muy grave.

Lo que sí que ha confirmado la juez es que el conductor del coche iban en estado de embriaguez (tal como se comprobó en el control de alcoholemia realizado tras su detención), pero también bajo el efecto de las drogas.

Además, las fuentes policiales añadieron que el joven conducía el vehículo accidentado, un Mini, desde hace unos 18 meses, a pesar de que no tiene el correspondiente permiso de conducir. Según las fuentes, el turismo estaba a nombre de su madre y ya había sido inmovilizado en tres ocasiones anteriores precisamente porque su conductor había sido interceptado conduciendo bajo los efectos del alcohol. A esto hay que añadir que, tras el siniestro, el joven intentó huir del lugar de los hechos pero fue interceptado por la Policía Local cuando corría por la calle Corona.