Fue llamada la «Madrina de la Cocaína», pero también la «Viuda Negra». La colombiana Griselda Marco manejó el narcotráfico en la ciudad de Medellín mucho antes de que llegara Pablo Escobar, y mucho antes de todos los que vinieron después. Ella fue la fundadora del imperio por el que pasaron muchos reyes. Acabó muerta de dos disparos en la cabeza en 2002. Tenía 69 años y tras sus espaldas cargaba la muerte de tres maridos y cientos de víctimas provocadas por el crimen organizado que estableció en Miami, donde asentó su negocio en la década de los 70.

Ahora, como muchos otros lo han hecho en los dos últimos años, saltará a la pequeña pantalla de la mano de Catherine Zeta- Jones en el telefilme de Lifetime Cocaine Godmother. La actriz ha elegido a Griselda Marco para su regreso, ya que llevaba varios años sin participar en una producción de gran presupuesto. La intérprete participó en el filme El pelotón rechazado (2016) y también en la miniserie «Feud» (2017), pero sus papeles fueron exiguos, muy lejanos a los que defendió en otras producciones como La terminal (2004), Sin reservas (2007), o la gran Chicago (2002). Fuera del glamour o el brillo de esos papeles, ahora la actriz engordará unos cuantos kilos y se maquillará al puro estilo setentero para parecerse lo máximo posible a la opulenta Griselda Marco. Sus problemas de salud -sufre síndrome de bipolaridad- y la grave enfermedad de su cónyuge Michael Douglas -padeció cáncer de lengua- la habían mantenido fuera de los focos.

Raúl Méndez o Juan Pablo Espinosa acompañarán a Zeta-Jones en el reparto, aunque recaerá sobre el ella todo el peso dramático. El telefilme se estrenará el próximo 20 de enero. Inicialmente Jennifer López iba a encarnar a la «Madrina de la Cocaína» para HBO, pero finalmente la producción seguirá su camino en Lifetime.

Pese haber sido Marco la precursora del narcotráfico en Medellín, las cadenas de streaming no la eligieron para iniciar la sucesión de biopics que se han sucedido desde que Netflix estrenara «Narcos» en agosto de 2015. La primera y la segunda entrega narró el ascenso y caída de Pablo Escobar como principal líder del narcotráfico en Colombia. La tercera, que Netflix estrenó el pasado mes de septiembre narró el ascenso del clan sucesor, el cartel de Cali, liderado por los hermanos Rodríguez. La próxima temporada, la producción se trasladará a México para pasar el testigo a los narcotraficantes de Ciudad Juárez. Su estreno se espera para verano de este año.

Lo cierto es que en la cadena pueden verse un gran número de series relacionadas con el narcotráfico, como «El señor de los cielos», sobre le narco mexicano Aurelio; «Breaking Bad», que narra cómo un profesor de química se convierte en productor de metanfetamina y otras substancias; «El capo», sobre la vida del mexicano Pedro Pablo León Jaramillo; «El Chapo», que describe el ascenso de Joaquín «El Chapo» Guzmán; o «La reina del sur», la otra «villana» del narcotráfico que emergió de la novela homónima de Pérez Reverte.

Netflix no es la única cadena que ha visto el filón de estos personajes que tientan al espectador con verlos con un áurea dorada sobre sus cabezas. HBO cuenta con «Snowfall», la serie que narra el crecimiento del consumo de crack en Los Angeles en la década de los 80. La gran audiencia de estas producciones en el streaming ha «animado» a la ficción española a apostar por este tipo de personajes aparentemente arriesgados. De hecho, Antena 3 estrenará próximamente «Fariña», sobre el tráfico de droga en Galicia en la década de los 80. Esperemos que no inspiren a más de uno.