Cuando Cuatro se quedaba huérfana de informativos, el batacazo adquiría tintes dramáticos en términos de «share». El resultado de la sonada maniobra dibujaba una cadena despojada de personalidad, contenedora de formatos menores, con el espíritu de Telecinco, pero con una audiencia paupérrima que la distanciaba de su máxima competidora, La Sexta. Pero el gran remedio para este gran mal ha aterrizado con fuerza. Pon un «reality» en tu pantalla y rescata la audiencia naufragada. Sólo hay un programa de televisión en España capaz de reunir tantos espectadores como una final futbolística y vapulear a la competencia a base de «Supervivientes». La jugada le ha salido redonda, una gala que empieza en Telecinco y que en prime time pasa a Cuatro, consiguiendo un 21,4 % y 2.429.000 espectadores, una cifra que no saboreaban desde el Mundial de Brasil.

Los ingredientes resultan infalibles porque tener a la Pantoja en nómina se ha convertido en el fichaje más rentable de Mediaset. Carlos Sobera hace las veces de capitán en este segundo canal, una cara amiga, profesional, aunque confieso que no lo veo con los mismos ojos desde que protagoniza ese anuncio agresivo que incita al juego «online».

En ese plató espectacular donde se emiten galas, Sobera se desenvuelve con toda la paciencia y templanza necesarias para apaciguar los ánimos de los defensores en plató y sobre todo de unos náufragos, ya desesperados y agotados por el escaso alimento y por la intensa convivencia. A 8.500 kilómetros algunos sólo les falta tirarse de los pelos, especialmente a los concursantes estrella: Una Isabel Pantoja humanizada en directo, la tonadillera que un día fue todo en el mundo de la copla, discutiendo con Carlos Lozano, un hombre conflictivo que un día fue todo en el mundo del entretenimiento. El resto lo borda las sonrisas y lágrimas derramadas en la playa por el resto de participantes secundarios, bajo la atenta mirada de un gran equipo capaz de captar el interés del espectador y conseguir, un año más, el mayor espectáculo televisivo de la temporada.