La primera vez que el cineasta Ciro Guerra, el único colombiano nominado a los Óscar, visitó el punto que separa su país de Brasil y Perú supo que era el lugar idóneo para una novela negra. Así se ha embarcado en «Frontera Verde», serie policíaca que es el primer proyecto de Netflix rodado en la Amazonia.

La serie se estrena este viernes en 190 países y Guerra es quien ha llevado a cabo la producción ejecutiva y la dirección del primer episodio.

«Es este lugar donde, por un lado está el límite de la civilización occidental, por otro el limite del conocimiento tradicional y hay todo tipo de tráficos y tránsitos: animales, pieles, saberes, armas, drogas y gente», explica Guerra acerca del sitio en el que está ambientada la producción. Además, sobrevuela como un paisaje estático «la amenaza» contra la biodiversidad que rodea a las comunidades indígenas tradicionales, así como «otras que no han sido contactadas».

Los crímenes que deben resolverse se van enredando alrededor de una trama que se complica tras el descubrimiento de que uno de los cadáveres no muestra signos de envejecimiento. Es el momento en que la narración se entremezcla además con la historia de dos nativos, Yua y Ushe -a cargo de Miguel Ramos y Ángela Cano-, y su batalla con un extranjero que cree que la población oculta un secreto ancestral.

Para el desarrollo de la serie, Netflix desplegó una gran producción que incluyó 50 localizaciones diferentes en la selva amazónica para la que contaron con seis actores indígenas locales y 30 profesionales.