La poderosa Organización Europea para la Investigación Nuclear ha suspendido la colaboración con las instituciones científicas de la Federación Rusa, al mismo tiempo que le ha retirado su estatus de observador en el CERN, como consecuencia de la invasión de Ucrania.

La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) ha emitido un comunicado en el que declara que suspende el estatus de observador que tenía la Federación Rusa, que se otorga a los Estados que han hecho contribuciones significativas al laboratorio.

Añade que el CERN no participará en nuevas colaboraciones con la Federación Rusa y sus instituciones hasta nuevo aviso, como consecuencia de la invasión de Ucrania.

Después de condenar enérgicamente la ocupación rusa del país y la participación de Bielorrusia en este uso ilegal de la fuerza contra Ucrania, el CERN destaca que Ucrania es, desde 2016, un Estado miembro asociado del CERN y que los científicos ucranianos participan activamente en muchos de los experimentos y actividades del laboratorio.

Añade que la dirección y el personal del CERN, así como la comunidad científica de los Estados miembros del CERN, están trabajando para contribuir al esfuerzo humanitario en Ucrania y ayudar a la comunidad ucraniana en el CERN.

Por último, destaca que promoverá iniciativas para apoyar a los colaboradores ucranianos y la actividad científica ucraniana en el campo de la física de alta energía.

Reacción en cadena

La posición del CERN sigue a la adoptada la semana pasada por el Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) de Francia, que ha suspendido también todas las nuevas formas de colaboración científica con Rusia y cancelado los futuros eventos científicos que involucren a Rusia, condenando asimismo en los términos más enérgicos la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Países Bajos, Alemania, Dinamarca y Lituania también se han pronunciado en el mismo sentido en los últimos días, de la misma forma que la Federación Europea de Academias de Ciencias y Humanidades (ALLEA) ha suspendido a los miembros rusos y bielorrusos que formaban parte de la Federación siguiendo los pasos de la Asociación Universitaria Europea (EUA),  de las academias científicas del así llamado "Grupo de los siete" (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y del Instituto Tecnológico de Massachussets.

Más laureados contra la guerra

Después de que, la semana pasada, más de 100 premios Nobel de diversas disciplinas firmaran una declaración haciendo un llamamiento a la paz frente a la guerra en Ucrania, evocando la amenaza nuclear, medio centenar de laureados de los Premios Breakthrough, que honran a los mejores científicos y matemáticos del mundo en las categorías de Física Fundamental, Ciencias de la Vida y Matemáticas, han publicado una carta abierta solidarizándose con el pueblo de Ucrania y con su derecho a la paz.

Firmada, entre otros, por Edward Witten, Alan Guth y Kip Thorne, declaran que han visto el “ataque no provocado con horror” de Rusia.

 “Las acciones del presidente Putin son a sangre fría, sin sentido y totalmente injustificadas, violando tanto el derecho internacional como los derechos humanos fundamentales del pueblo ucraniano”, escriben los galardonados.

“Admiramos a los muchos rusos, dentro y fuera del país, que se han pronunciado en contra de este mal, incluidos científicos, escritores y personas de todos los ámbitos de la vida. Muchos lo han hecho con un gran riesgo personal y los felicitamos por su valentía”.

Los ganadores del premio también destacan su profunda admiración por la “valentía y el sacrificio [del pueblo ucraniano], que sirve de faro para todos los que luchan por la autodeterminación democrática y la libertad”.