Exploración espacial

India también llegará al Sol

El satélite indio podrá observar las actividades solares y su efecto en el clima espacial en tiempo real, gracias a su ubicación en el punto de Lagrange L1

Recreación artística del satélite indio Aditya-L1, que se lanzará este 2 de septiembre hacia el Sol.

Recreación artística del satélite indio Aditya-L1, que se lanzará este 2 de septiembre hacia el Sol. / Crédito: ISRO.

Pablo Javier Piacente

Luego de convertirse en la primera nación en aterrizar una nave cerca del polo sur de la Luna, la agencia espacial de la India lanzará este 2 de septiembre un satélite para estudiar al Sol, denominado Aditya-L1. Se posicionará en una región del cosmos especialmente seleccionada, a aproximadamente 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, que le brindará una visión clara y continua del astro rey.

El lanzamiento de Aditya-L1, el primer observatorio indio basado en el espacio para estudiar el Sol, está previsto para este sábado 2 de septiembre: de esta manera, la nación asiática sumará otro hito fundamental en su historia espacial, luego que el módulo de aterrizaje de la sonda Chandrayaan-3 se posara exitosamente en el polo sur de la Luna este 23 de agosto. Ambos proyectos posicionan con fuerza a la India, actualmente el país más poblado del mundo, como un protagonista más de la carrera espacial global del siglo XXI.

De la Luna al Sol

No tuvimos mucho tiempo para sorprendernos por la llegada de India a la Luna: ahora, el satélite indio Aditya-L1 se ubicará en una órbita de halo alrededor del punto 1 de Lagrange (L1) del sistema Sol-Tierra, que se encuentra aproximadamente a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta, para realizar distintos estudios e investigaciones sobre el Sol. Gracias a esta localización, el satélite logrará analizar las actividades solares en tiempo real y en forma permanente, sin interrupciones por ocultaciones o eclipses.

Los puntos de Lagrange, también conocidos como puntos L, describen cinco posiciones en un sistema orbital, donde un objeto pequeño, solo afectado por la gravedad, puede ubicarse con relación a dos objetos más grandes, como es el caso de un satélite artificial con respecto a la Tierra y la Luna. En el punto L1, Aditya (que significa "Sol" en hindi) tendrá la posibilidad de estudiar a nuestra estrella desde una ubicación privilegiada. 

Según informó la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO), la nave llevará siete cargas útiles para observar la fotosfera, cromosfera y las capas más externas del Sol, específicamente la corona solar, utilizando detectores electromagnéticos y de partículas y campos magnéticos. Aprovechando la perspectiva desde el punto L1, cuatro cargas útiles mirarán directamente al Sol, mientras que las tres cargas útiles restantes llevarán a cabo estudios in situ de partículas y campos magnéticos.

El hilo en la red social X (ex-Twitter) por el cual la agencia espacial india anunciaba el lanzamiento del satélite hacia el Sol.

Información científica de importancia sobre el Sol y su actividad

Los especialistas indios creen que la misión podrá aportar valiosos datos científicos sobre el efecto propagatorio de la dinámica solar en el medio interplanetario, revelando detalles únicos en cuanto a la influencia del Sol sobre el clima espacial y, en concreto, en torno a las consecuencias que genera esta actividad en la Tierra. Aunque la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) ya han colocado orbitadores para estudiar el Sol, como por ejemplo el satélite científico Solar Orbiter, las características de Aditya-L1 le permitirán aportar una información complementaria y de gran valor.

Los instrumentos a bordo del satélite indio prometen resolver algunas cuestiones cruciales en cuanto al Sol, como comprender mejor la dinámica del viento solar, el problema del calentamiento coronal, la eyección de masa coronal y las actividades previas a las llamaradas solares, que pueden poner en peligro a las comunicaciones y las redes eléctricas en la Tierra. 

Aunque el programa espacial de la India puede considerarse como de bajo presupuesto con respecto al que llevan adelante otras naciones, ha evolucionado notablemente desde que, en 2008, el país asiático enviara por primera vez una sonda a orbitar la Luna. Con la llegada de Chandrayaan-3 al polo sur lunar, la India se transformó en el cuarto país detrás de Estados Unidos, Rusia y China en aterrizar con éxito en nuestro único satélite natural.

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