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Eduard Fernández Actor

«Este oficio hace que me sienta vivo»

El actor Eduard Fernández debutó en la industria del cine hace 24 años, tiempo suficiente para rodar más de 40 películas, entre las que se encuentran ‘El hombre de las mil caras’, ‘Mientras dure la guerra’, ‘Truman’ o ‘Los renglones torcidos de Dios’, la cinta que ha presentado estos días en València. Hoy recoge el Premio de Honor de la MICE por su dilatada trayectoria.

Eduard Fernández es uno de los protagonistas de ‘Los renglones torcidos de Dios’ . WARNER

Habla del tiempo, de lo mucho que le gusta su oficio y de lo cansado que es a veces. Eduard Fernández ha visitado València para presentar ‘Los renglones torcidos de Dios’, una película de suspense dirigida por Oriol Paulo (’El cuerpo’) y protagonizada por Bárbara Lennie, quien encarna a una investigadora privada que ingresa en un sanatorio para averiguar un caso. Allí se las tendrá que ver con el director del centro, al que interpreta Eduard Fernández. La cinta adapta la novela más exitosa de Torcuato Luca de Tena, publicada en 1979. El autor se internó durante 18 días en una institución psiquiátrica, donde convivió directamente con enfermos mentales que sirvieron de base para la creación de los personajes de la obra.

Eduard Fernández está de estreno QUIM VIVES

Cuando un músico está de gira se dice que está en la carretera. ¿En el caso del actor se podría decir lo mismo?

(Ríe) Lamentablemente sí. Porque la carretera es lo que más vemos en estas giras promocionales. Son satisfactorias porque conoces a gente, pero también son agotadoras. Por ahora solo hemos estado en el Festival Internacional de San Sebastián, donde también pudo venir Bárbara Lennie, la protagonista de la película. Como sabes, está embarazada. En nuestra gira de presentaciones está València, Madrid, Barcelona o Manresa. Además, me toca ir a ‘El hormiguero’ de Antena 3.

¿Es lo que menos te gusta de tu trabajo?

No te creas. A veces es gratificante. Sabes que te han hecho una buena entrevista cuando sales y no estás cansado. Para que una conversación sea entretenida, a los dos les tiene que importar pasarlo bien.

Presentas «Los renglones torcidos de Dios», que adapta la novela de Torcuato Luca de Tena. Interpretas al director de un sanatorio que llega a enfrentarse con la protagonista, a la que interpreta Lennie.

Es un personaje poco simpático y también algo inquietante. Grabamos en Barcelona, en una antigua tabacalera.

¿Cómo ha sido trabajar con Oriol Paulo?

Nos habíamos encontrado alguna vez. Quisimos rodar antes juntos pero al final no pudo ser, por una cosa o por otra. Al fin lo hemos podido conseguir. La verdad es que me he entendido muy bien con él. Ha sido fácil, porque los dos hemos ido aportando. Nos hemos entendido, que es lo ideal.

¿No pasa siempre?

Claro que no. Hay veces que no te entienden. Hay dos cosas que juegan aquí, la personalidad y como entiende el director/a el rol del actor. Cuando no te entiendes con una persona, no te entiendes, no hay nada que hacer. Pero a veces pasa que el cineasta tiene muy claro lo que quiere, entonces, el papel del actor respecto al manejo de su personaje queda en segundo plano. Oriol no es así. Hemos hablado mucho. Pero también le digo que de no entenderme con un director, jamás lo diría en una entrevista.

El género de suspense parece que esté hecho para ti. En los últimos años has rodado «Criminal», «Historias para no dormir», «30 Monedas»...

Me da igual el género, a mí lo que me gusta es hacer cosas buenas. No miro tanto el género, sino el personaje al que voy a interpretar. Me lo paso muy bien en mi oficio, si no ya lo hubiese dejado, porque es muy pesado.

Eduard Fernández, durante la presentación en Kinépolis Urban

Exige mucho físicamente. Ya lo vimos en su trabajo en la serie de «30 Monedas» de Álex de la Iglesia.

Acabamos de rodar la segunda temporada. Han sido 7 meses de rodajes, 7 meses en los que he ido pelao al uno todo el tiempo. Cada proyecto es como es. Cuando estás en lo que estás, cuando das motor, se te olvida todo. Ahí se pasa el tiempo muy rápido. Esta segunda parte es muy distinta a la primera, es mucho más coral que la anterior.

En 24 años has hecho 43 películas. Empezaste con ‘Zapping’ en 1998.

Sí, y pocos meses después rodé ‘Los lobos de Wahington’ porque era el mismo productor. Esta última estaba dirigida por Mariano Barroso. Hice una prueba con Javier Bardem y me contrataron. Me abrió las puertas de la industria del cine español.

¿Haces buen balance de tu filmografía?

Yo diría que sí. Me gustaría pensar en lo que me apetece hacer a partir de ahora. Siempre queda algo por hacer.

«Estoy acojonao porque voy a interpretar a una señora mayor en el teatro»

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¿Vas a volver a hacer teatro?

Sí. Voy a hacer el primer monólogo que hago en mi vida. Estará dedicado a mi madre. Estoy un poco acojonao, pero eso me mantiene vivo. En general, este oficio me hace sentirme muy vivo (ríe). Hacía tiempo que quería hacer un monólogo. Fue a Buenos Aires y vi una obra de Santiago Loza. Me encantó y quise hacer algo de él. Poco después murió mi madre, hace dos años. Fue durante la pandemia. No pude estar con ella porque me encontraba en Madrid. La obra tiene algo de despedida a mi madre. Hemos cambiado cosas del texto para añadir cosas personales, como que el chico tiene los pies planos, como yo cuando era pequeño También he cambiado el nombre del personaje, que acaba llamándose Eduardo. Pero la protagonista es mi madre. Saldré al escenario interpretando a una mujer mayor que habla de su adorado hijo. Habrá que ver hasta qué punto está el actor y la mujer mayor. A ver cómo sale (ríe). También he querido cambiar el nombre de su marido para que ella habla de él como Jesús, quien era mi padre. Él pintaba, entonces también le he querido hacer un pequeño homenaje en escena. Saldrán algunos cuadros proyectados.

Parece que estás revisando tu árbol genealógico a través del cine. Hace tres años protagonizaste «La hija de un ladrón» junto a tu hija Greta. Ahí, la relación entre padre e hija era muy compleja. Ahora, te aventuras a interpretar a tu madre solo sobre el escenario.

Sí, es curioso. Bueno, gracias a Dios, en ‘La hija de un ladrón’, el personaje al que interpretaba no tenía nada que ver conmigo. Greta y yo siempre decimos que si nos hubiésemos llevado mal en la vida real no podríamos haber rodado esa película. Imposible, porque no tiene nada que ver lo que somos nosotros en la película con la vida real.

Este viernes recoges el Premio de Honor por la Trayectoria Profesional en la Mostra Internacional de Cinema Educatiu de València (MICE). Se celebrará en el CaixaForum.

Estoy muy contento. Se proyectará ‘Mediterránea’, una película a la que le tengo mucho cariño. Siempre se agradece venir a València. No tengo el gusto de venir mucho, solo por trabajo. Por cierto, también vendré con el monólogo en 2023.

¿Te has cansado mucho por la entrevista? ¿qué opinas?

Para nada. Me voy ligero.

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