Muerte de un viajante

La inmortal obra de Arthur Miller, «Muerte de un viajante», llega al Teatro Olympia con el actor Imanol Arias como protagonista. Hasta el 14 de mayo, los espectadores podrán disfrutar de este montaje dirigido por Rubén Szuchmacher, en el que se muestran las verdaderas miserias que existen detrás del sueño americano.

Escena "Muerte de un viajante"

Escena "Muerte de un viajante" / Levante-EMV

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Lejos queda aquel sueño americano por el que miles de estadounidenses luchaban día a día. No todo era tan idílico como la sociedad les quería hacer creer a los trabajadores de aquel país. El dramaturgo Arthur Miller ya lo ponía de manifiesto en su obra «Muerte de un viajante» (1949), un clásico que lo consagró y con el que ganó el premio Pulitzer, el Tony y el de la crítica en Nueva York

Aunque ya han pasado tres cuartos de siglo desde su publicación, la obra llega a València para golpear al espectador con una historia que tiene más relación con la actualidad de lo esperado. Concretamente, viaja hasta el Teatro Olympia, bajo la dirección de Rubén Szuchmacher, hasta el próximo 14 de mayo. 

El actor Imanol Arias vuelve a subirse a los escenarios para interpretar a Willy Loman, un viajante de comercio que ha entregado toda su vida y esfuerzo a la empresa para la que trabaja con el objetivo de proporcionarles una mejor vida a su mujer e hijos, a los cuales, a su vez, quiere inculcarles la ambición por el triunfo y el progreso. 

Sin embargo, a sus 63 años, Willy, tras una vida sin descanso, es consciente de que la empresa se tambalea, ya que las ventas no son lo que eran y su productividad cae en picado. Esta situación complica su relación con sus jefes y también con su esposa e hijos, con los que esconde un antiguo secreto que les llena de resentimiento y que puede destrozar la estabilidad familiar. 

Durante las dos horas de función, Imanol Arias encarna la frustración por los sueños no cumplidos, la incapacidad de expresar su amor hacia sus seres queridos, la crueldad de un capitalismo salvaje en el que el ser humano solo vale por su producción, las complejas relaciones de pareja y la necesidad de triunfar para poder ser aceptado por los demás. En sus palabras, «a una persona que cae bien, no le puede ir mal en la vida». Sin embargo, con el transcurso de la obra, los acontecimientos se complican y sus sueños se desvanecen, lo cual precipita hacia un final trágico al que el vencido viajante parece inexorablemente abocado. 

Para Arias interpretar este papel es un gran reto, pero también «muy especial», ya que era un papel con el que soñaba desde bien pequeño. «Nunca me había enfrentado a una obra en la que todo es texto, ya que la función llena a los espectadores de teatro», reconoce Arias durante la presentación. Tal ha sido la aceptación entre el público, que la función se prolongará durante tres semanas más en Madrid. «Es una versión muy limpia e interesante, que debe escucharse y produce muchas curiosidades entre los presentes», recalca el actor, quien añade que «esta función le ha transformado la manera de ver las cosas, ya que para interpretar a Willy hay que tener experiencia». 

A esta crítica despiadada del sueño americano, en el que se ponen en entredicho todas las bondades de esa vida idílica y se muestran las miserias que hay detrás, se suma la presencia de otros grandes profesionales del género como Cristina de Inza, Andreas Muñoz, Carlos Serrano-Clark, Fran Calvo, Miguel Uribe y Virginia Flores.