De barras por Alicante

Ni los pinchos vascos, ni las tapas de la calle Laurel en Logroño, ni el tapeo andaluz pueden competir con las barras de alicante

Sergio Sierra, José Manuel Murcia y Roberto.

Sergio Sierra, José Manuel Murcia y Roberto.

Santos Ruiz

Santos Ruiz

Las mejores barras de España están en Alicante. Sin duda. Ni los pinchos vascos, ni las tapas de la calle Laurel en Logroño pueden competir con esto.

Tampoco el tapeo de quinto y caña de algunas provincias andaluzas. Admiro la sonrisa disfrutona que exhiben esos vascos cuando se entregan los domingos al poteo, la ilusión con la que los riojanos se trasladan de bar en bar en busca de sus especialidades y la capacidad de los andaluces para llenar de risas esos tapeos interminables.

Dicho de otra manera, admiro sus maneras de disfrutar las barras, pero no lo que me encuentro en ellas. Pero cuando llego a Alicante cambio el restaurante más pintado por un hueco en una de sus barras. Me ha ocurrido con frecuencia sentarme en ellas para tomar un aperitivo antes de ir a un restaurante ilustre y acabar por anular la reserva de aquel menú degustación.

Me atrapan esas barras. Te sientas para una hora y te quedas enganchado hasta que te tiran o se te acaba el dinero. Están nutridas de un genero excepcional, sus camareros son simpáticos pero no empalagosos y nunca intentan adornar los platos de modernidad innecesaria. Hay muchas, y casi todas son recomendables, pero estas son mis favoritas.

DAMASOL

C/ del Capitán Segarra, 21,

 C/ de Balmes, 5. Alicante

965 20 76 99

A un paso del Mercado Central, pequeño y de difícil acceso, Damasol es un local de culto entre los vecinos de la ciudad. Un comedor largo y estrecho, todo él recorrido por una inmensa barra. La oferta es amplia.

Empiezan temprano, a las 6:00, con los desayunos para los trabajadores del mercado. Luego llegan los almuerzos (muy bien nutridos), el aperitivo y, finalmente, las comidas. Lo mejor del local es el género, sobre todo el marisco. Lo compran a diario. Lo tienen, cerca, es verdad, justo al cruzar la calle. Eso no lo hace más barato, pero sí más accesible para ellos.

Compran al día, sólo lo que necesitan, y la rotación hace que todo sea tremendamente fresco. Hierven las cigalas, los langostinos y las quisquillas, y guardan la plancha para la gamba roja de Dénia.

A la altura del marisco están sus salazones. Son de Garre y se los sirve Bardisa. Juanjo Sellés, gerente de Bardisa, es un experto en salazones y sólo le sirve lo mejor. Conviene guardar un sitio para sus arroces. Son ricos, naturales y muy sabrosos. Siempre cocinados con arroz albufera porque, según él, quedan muy melosos.

EL FERRAO

C/ Juan de Herrera 24. Alicante 

965 14 39 80

Roberto, El Ferrao, no es tipo de verbo fluido pero tiene la mano ligera para comprar en el mercado. En cuanto ve algo que le interesa, no se lo piensa. Lo compra y al bar. Por eso su vitrina está repleta de género fresco y bueno: cigalas, quisquillas, boquerones, langosta…

Se tapea bien, pero también se come en un menú de comida casera por muy poco dinero. La decoración no es como para salir en una revista de diseño, pero yo me mudaría a este barrio sólo por tener un bar como este debajo de mi casa.

EL PORTAL

C/ Bilbao, 2. Alicante 

965 14 44 44

El Portal es un espacio con diferentes ambientes. Uno de ellos, tal vez el más interesante de todos, es su barra. Luce un mármol blanco espectacular y sobre él descubrimos una forma diferente de entender la barra, más diversa de lo habitual y muy interesante.

Podemos disfrutar del producto si queremos (buena gamba, sepionets, cigalas…) pero también apuntarnos a otros platos de la carta que nos puedan parecer interesantes: raya en adobo, canalones o pastela de pollo de corral al estilo Marrakech, por ejemplo.

La barra participa de todos los «valores extra» de El Portal. Sobre todo dos: su vanguardista coctelería y una carta de vinos extraordinaria.

LA TABERNA DEL GOURMET

C/San Fernando, 10, Alicante 

965 20 42 33

Es la niña bonita del grupo. El local que siempre está lleno. Es una barra alicantina en estado puro, pero puesta al día. Logra ser moderna sin intentar ser nada diferente de lo que los alicantinos esperan de una buena barra.

Encontramos el producto habitual en estos sitios pero acompañado de platos que exhiben más cocina de la que habitualmente solemos encontrar. Cosas sencillas pero muy bien hechas como su coca de mollitas con sardinillas de tomate, flor de alcachofa con vieira, ceviche de corvina, lubina con bearnesa…

Coca de mollitas en La Taberna del gourmet

Coca de mollitas en La Taberna del gourmet