Unión de Vinos de Pago certificados: la cúspide de la calidad vitivinícola

El Real Casino de Madrid ha sido testigo del nacimiento de la Unión de Vinos de Pago Certificados, colectivo que reúne a 14 bodegas y que tiene como principal objetivo dar a conocer el significado real que tiene el término ‘Vino de Pago’.

Foto de familia de los miembros de la Unión de Vinos de Pago.

Foto de familia de los miembros de la Unión de Vinos de Pago. / Urban

Vicente Morcillo

Vicente Morcillo

Si bien el término ‘Pago’ está muy extendido en el mundo del vino por marcas comerciales e incluso por bodegas que incluyen la palabra en su nombre, su uso está limitado, al menos en España, a aquellas bodegas que han obtenido el certificado oficial de Vino de Pago. Cierto es que la ley permite el uso previo de la palabra Pago si el productor acredita que ya lo venía empleando antes de crearse la nueva categoría de ‘Vinos de Pago’, pero desde ese momento ya solo pueden recurrir al término para su uso comercial aquellas bodegas que hayan obtenido el certificado de ‘Vino de Pago’, un título que representa la cúspide en la calidad del vino y que se obtiene tras cumplir unos estrictos requisitos relacionados con el viñedo y la elaboración del vino.

El Pago tiene que ser conocido con un nombre vinculado de manera tradicional al cultivo de la vid, y su extensión no puede ser igual o superior al de ninguno de los términos municipales en los que se ubique. Además, los vinos de Pago han de ser elaborados y embotellados por los titulares del viñedo, y toda la uva que se destine a su elaboración tiene que proceder de los viñedos ubicados en el pago, teniendo que realizar el proceso de vinificación y crianza por separado al resto de producciones de la bodega. La elaboración de Vinos de Pago está sujeta a un sistema de calidad integral que se aplica desde la producción de la uva hasta la puesta en el mercado de los vinos.

Los Vinos de Pago en nuestro país representan una categoría de élite. Lo poseen apenas una veintena de bodegas de toda España que tienen su propia denominación de origen (que es individual y exclusiva de cada una) que se refiere a los vinos elaborados en un pago específico, después de haber constatado durante años un carácter y tipicidad únicos. Aunque esta categoría (que se sitúa por encima de las denominaciones de origen protegidas) se ampara sobre un marco legal y una normativa específica de España también se ajustan a las normativas que exige la Unión Europea para la producción de vinos de calidad. A diferencias de las denominaciones de origen (reservada a vinos de una región geográfica determinada) la titulación de Vino de Pago se dirige a vinos producidos en un lugar específico, con unas características en cuanto a clima y tipo de terreno únicas y diferentes al resto. Esta indicación geográfica específica está reglamentada por la Ley de la Viña y el Vino desde hace dos décadas.

Aunque el embrión se gesto en Madrid a finales de 2019, ha sido a principios de diciembre de este año cuando se ha presentado de manera oficial la Unión de Vinos de Pago Certificado, un colectivo que arranca su andadura con catorce de las veinte bodegas de toda España que en la actualidad cuentan con el sello oficial de ‘Vino de Pago’. El listado de bodegas asociadas incluye a sellos de reconocido prestigio como Pago Arínzano, Pago Aylés, Pago de los Balagueses, Pago Campo de la Guardia, Pago Chozas Carrascal, Pago Dehesa Peñalba, Pago Casa del Blanco, Pago Bolandin (Pago de Cirsus), Pago Guijoso, Pago de la Jaraba, Pago Prado de Irache, Pago de Otazu, Pago Vera de Estenas y Pago del Vicario. Todos los pagos se localizan cinco de las comunidades autónomas con mayor tradición vitivinícola:Castilla-León, Aragón, Comunitat Valenciana, Castilla La Mancha y Navarra.

Vista aérea del Pago Chozas Carrascal en el término municipal de Requena.

Vista aérea del Pago Chozas Carrascal en el término municipal de Requena. / Urban

La representación valenciana en la nueva Unión de Vinos de Pago Certificados incluye a tres pagos, los de Vera de Estenas, Chozas Carrascal y Pago de Los Balagueses. El primero es el proyecto vitivinícola de la familia Martínez-Roda, quienes desde hace tres generaciones elaboran vinos en la centenaria Casa Don Ángel. Entre los vinos que elaboran con el sello Vino de Pago se encuentran, entre otros, el blanco Viña Lidón y el tinto Martínez Bermell.

Por su parte, Chozas Carrascal es un idílico paraje vitícola propiedad de la familia López Peidro que elabora con el sello de Pago los vinos Las Tres, Las Cuatro, Las Ocho y el Cabernet Familiar; mientras que Pago de los Balagueses es el nombre de uno de los parajes que componen Bodegas y Viñedos Vegalfaro, dirigida por el enólogo Rodolfo Valiente. De este pago nacen etiquetas como Pago de los Balagueses (sello que incluye un blanco de Chardonnay y dos tintos monovarietales de Garnacha Tintorera y Syrah), Pasamonte y Los Altos.

La recién creada Unión de Vinos de Pago Certificados nace con el propósito de dar a conocer el significado real del término ‘Vino de Pago’ y diferenciarse así del resto de denominaciones de origen.El colectivo pretende también desarrollar también labores de investigación, promoción, coordinación e interlocución con entidades de referencia vinculadas al sector. En definitiva, esta nueva ‘familia’ de bodegas quiere acercar el conocimiento de los Pagos a los consumidores; sus valores, características diferenciales y forma de elaboración. De esta manera, se trabajará para conseguir, no solo el reconocimiento de las autoridades competentes, sino también el del gran público.