Xarxa, espectacular ventana al Mediterráneo

Raúl Bas es un gestor eficiente que interpreta el oficio desde los códigos de la hostelería más confortable

Raúl Bas

Raúl Bas / Urban

Santos Ruiz

Santos Ruiz

Xarxa no plantea retos al cliente. No intenta sorprender ni abrumar. Te sientas en su magnífica terraza y te invade una profunda sensación de bienestar que ningún plato ni discurso tratará de arrebatarte. Un restaurante disfrutón, donde no se come nada mal, y que recupera alguno de los valores que las tendencias nos han robado: el cliente como epicentro de la propuesta, la confortabilidad como escenario, la fidelización como objetivo. Dicho de otra manera, aquí se está a gusto, te tratan muy bien y te vas a casa bien comido. La terraza es la estrella. Con vistas a la playa de El Campello, cuesta levantarse de ella acabada la comida. Y eso no es un problema, porque aquí nunca invitan al cliente a abandonar la mesa. La hospitalidad es marca de la casa.

El artífice de la propuesta es Raúl Bas. Gestor eficiente que interpreta el oficio desde los códigos de la hostelería más confortable. Vive para la satisfacción del cliente y traslada ese espíritu a cada uno de sus empleados. Raúl viene de gestionar grandes espacios. Fue durante cuatro años director de Moments y tiene interiorizada una manera muy eficiente de dirigir los equipos. Hablas con cualquiera de sus camareros y percibes en ellos una sonrisa sincera que contagia felicidad al cliente.

Torreznos de morena

Torreznos de morena / Urban

En Xarxa se come bastante bien. Practican una cocina sencilla que descarga en el producto toda la responsabilidad. Raúl compra siempre a los mejores. Jamón “Joselito”, atún de “Gadira”, conservas “La Brújula”, cecina de “El Capricho” ó anchas San Filippo…hay mucho poderío en esta despensa. En la cocina, cosas sencillas, sin grandes tratamientos. Dejar al producto que hable y al cliente que disfrute. Son curiosos, y ricos, sus torreznos de morena. Para elaborarlos escogen las morenas de profundidad (que tienen más grasa y funcionan mejor para esta elaboración). Retiran vísceras, cabezas y la parte de cola menos carnosa. Envuelven en film y congelan. Luego, al pase, filetean en láminas muy finas y fríen para ofrecer un bocado marino que es a la vez crujiente y jugoso. Un vicio. A veces juegan con elaboraciones de toda la vida para darle un toque diferente. Por ejemplo con el mejillón tigre, que preparan a modo de croqueta casi líquida, las ensaladillas que bautizan de diferentes maneras (a veces con pulpo, a veces con atún de almadraba…) o su particular versión de los callos, que elaboran con las carnes más gelatinosas de la morena.

Raúl se surte del pescado de diferentes puertos. Si encuentra material en El Campello, esa es siempre su primera opción. Si no, recurre a otros puertos cercanos. Ese material, y algún otro, se ofrecen fuera de carta. Vale la pena adentrarse en ese territorio. Dentones, gallinetas, rodaballos…como siempre, elaboraciones sencillas que dejan respirar al producto. 

Rodaballo con pilpil de sus espinas y tuétano

Rodaballo con pilpil de sus espinas y tuétano / Urban

Xarxa es, además, hotel. A ellos les gusta definirse como un restaurante con habitaciones. Yo lo veo como un hotel Boutique donde todo está muy cuidado. Para ese cliente nutren la carta de bocados atemporales que lo mismo sirven como comida ligera para un día de playa, que como n aperitivo de media tarde (la cocina abre a las 12:30 y no cierra hasta la madrugada): Pepito Joselito con mantequilla trufada y patatas chips, bocata de calamares con papada y mayonesa, hamburguesas… Eso y una buena carta de cócteles que se reparten entre los clásicos y algunos combinados de autor.

Ficha

Carrer Sant Pere, 39, El Campello, Alicante

T: 966 29 29 70

LO MEJOR: La vocación por hacer feliz al cliente.

LO MEJORABLE: El aceite de trufa que aromatiza una parmentier de patata.

LO IMPRESCINDIBLE: Empezar la comida con uno de sus cócteles.

Precio medio: 40 euros

Calificación: 4 estrellas