Con el tiempo el valencianismo deberá agradecerle a Teixeira Vitienes el impulso a la unión definitiva. La clamorosa injusticia siempre cimienta voluntades, por encima de jugadores, entrenadores y presidentes; así que el Levante va a pagar esta tarde todos los platos rotos del grave error arbitral de San Mamés. Como nada se puede hacer para recuperar los dos puntos robados en Bilbao, el derbi sale con ventaja blanquinegra y mucho se debería de torcer para que los de Nuno no sumaran los tres puntos con autoridad y goles. Además, los empates del Atlético y Sevilla son otro acicate más para enganchar de nuevo al valencianismo en el objetivo innegociable de una plaza para la próxima Liga de Campeones. Enfrente, se espera un «miracle» para arrancar al menos un empate, pero Sant Vicent Ferrer no juega en Mestalla, por lo que el levantinismo debe aprenderse de memoria el calendario que queda para que le salgan las cuentas. Nadie quita mérito a lo que ha conseguido Quico Catalán y su directiva en estos últimos años, aunque para consolidarse en la elite hace falta también una mejora en la gestión deportiva. El que todo el mundo futbolístico de Valencia tiene claro, es que la ciudad perdería mucho sin el derbi. Por tanto, larga vida.
