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Bolos

Otamendi nos roba el corazón

Hay que agradecerle a Ayala su buen ojo y gran mediación para que «Nico» aterrizará en Mestalla

Otamendi nos roba el corazón

El Valencia siempre se ha construido desde atrás. Aunque eso puede cambiar, que el fútbol y Mestalla adelantan con mucha facilidad. Nicolás Otamendi se ha convertido en la gran figura del equipo. Cuando todo estaba preparado para que Álvaro Negredo, el fichaje estrella, o Rodrigo Moreno, e incluso André Gomes o Enzo Pérez „Paco Alcácer no, porque a los valencianos les cuesta el doble tener el reconocimiento valencianista„, vendieran más camisetas, el bravo central argentino ha entrado en el corazón del aficionado blanquinegro para quedarse. Su última actuación en el Camp Nou deja para la posteridad un recital de colocación, mando, esfuerzo, coraje, compromiso y entrega. El video del partido del sábado debe ser obligatorio en todas las categorías de Paterna. Media Europa anda tras él, pero ahí lo tienen luciendo modo hipster dentro y fuera del campo, ajeno a la corriente balompédica dominante y fundando una vía alternativa para ser el mejor defensa del mundo. Igual que con Gayà, Peter Lim y Layhoon Chan tendrán que responder a las expectativas creadas, pero mientras tanto hay que agradecer el ojo de Roberto Fabián Ayala. Sin su mediación «Nico» no hubiera venido nunca a Valencia, así que el actual técnico de la dirección deportiva blanquinegra une a su buen gusto, una innata atracción para elegir a sus sucesores. A veces el dinero vale poco, pues Andoni Zubizarreta fichó a Mathieu para el Barcelona por 20 millones, cuando Ayala y Rufete trajeron a Otamendi por 12 millones de euros fijos, más tres opcionales. No sé ustedes, pero me fió más de ellos que de Jorge Mendes.

Pluralidad

Me dicen, todavía no lo podemos comprobar sin intermediarios, que tanto Peter Lim, como Layhoon Chan, están cada día menos a la defensiva, dispuestos a abrirse definitivamente a todo el valencianismo, a un sentimiento tremendamente plural y diverso, al que todavía no han tenido tiempo de tratar. Podían empezar por reunirse con jugadores que marcaron época defendiendo la camiseta, entonces entenderán que el pensamiento único es muy mal aliado para las emociones fuertes.

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