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Off the record

Punto para Meriton

Punto para Meriton

El verano iniciático de Meriton con poder plenipotenciario en Mestalla no ha sido sencillo. Las cosas como son. El portero franquicia y el fantasista del equipo lesionados, la rebeldía guionizada del jerarca de la defensa y, por supuesto, el enorme condicionante que suponía a efectos de planificación deportiva desconocer el límite del Fair Play Financiero. Una mala noche en el Louis II hubiera obligado al Valencia a poner a la venta hasta a los percheros. También es verdad que tener a Mendes en casa es como saberse de memoria las respuestas del Trivial. El superagente organiza la partida y nunca pierde. El fichaje de Abdennour no legitima el coste excesivo de las operaciones Cancelo, Danilo Barbosa o Aderllan. Tampoco sirve para disimular un ápice las evidentes carencias de la entidad en materia de planificación deportiva. Pero sí otorga una considerable dosis de credibilidad a Meriton. Aunque en el entorno de las SAD las cuentas no son tan simples (es fundamental incluir la deuda por Álvaro Negredo en la ecuación de la negociación con el Manchester City), vender a Otamendi por 45 kilos para traer únicamente a Aderllan Santos hubiera levantado en armas incluso al valencianismo más creyente.

Desconozco si el esfuerzo económico que va a realizarse para firmar el central tunecino está relacionado precisamente con una maniobra ideada para no calentar al personal. Me cuentan que a Lim no le hicieron ninguna gracia los pitos a su entrenador en la presentación del pasado 8 de agosto. Quizá Layhoon & cía han comprendido que, desde el punto de vista estrictamente futbolístico, la plantilla necesitaba un defensa de garantías tras la huida de ese señor que ahora calienta la grada del Etihad. Es otra opción. Pero, sea como fuere, es innegable que para los sectores más escépticos con Peter Lim una ampliación de capital en la que el magnate afloje la mosca sería como un subidón de fe. Apologías de la naranja en la niñez y amunts en vano al margen, si el propietario del 70´06% de las acciones del Valencia ajusta el diferencial del FPF con la Liga poniéndolos o, en su defecto, firmando un main sponsor para la camiseta, punto para Meriton.

Y luego está Nuno. Tiene la plantilla que quería. Tragando, claro está, con los yogurines que había que poner en el escaparate. En la comparación con Sevilla y Atlético de Madrid, Espirito Santo no tiene excesivos motivos para la protesta ni la justificación. Dispone de un portero con experiencia europea como alternativa a Diego Alves. Mathew Ryan no ha cometido excesivos errores „excepción hecha de la salida a destiempo en el 1-1 del Louis II„, pero su perfil permitirá al técnico devolver la portería al brasileño sin debates ni consecuencias traumáticas para el equilibrio del vestuario. No sé si Abdennour alcanzará el nivel de Otamendi en la pasada temporada, pero tiene toda la pinta de estar en condiciones de hacerlo. Tampoco habrá coartadas en defensa. Con la llegada de Santos, el cuerpo técnico dispone de dos jugadores por puesto. Cuatro centrales y dos laterales en cada carril.

Más fondo de armario que en la 14/15. Algo similar ocurre en la parcela ancha. Danilo mejora a Filipe Augusto, De Paul ha encontrado su sitio haciendo de André Gomes y gana enteros la opción Javi Fuego-Enzo-Parejo para partidos de cerrojo. Nuno suspiraba la temporada pasada por contar con cinco mediocentros. Ya los tiene. Arriba hay recursos para todo tipo de planteamientos. Por dentro y por fuera. Desborde (Feghouli), velocidad (Piatti), versatilidad (Rodrigo, Santi Mina) y, obviamente, gol (Negredo, Paco Alcácer). No parece que al Valencia le falte de nada. Y si le falta, ya lo pondrá Mestalla, aunque sea a costa de, por ejemplo, pagar un potosí para ver la Champions League. Que Meriton aproveche esta fase de adormecimiento general, en la que se pregunta poco o nada, a pesar de que todas las semanas nos meten alguna por la escuadra (Alesanco-Laporta-Mendes). Ya vendrán las mocaorás y los veteyá.

Y ahora que el equipo está cerrado, excepto sorpresón de última hora, es el momento de establecer exigencias al grupo. Espirito Santo cuenta con una plantilla larga, profunda, quizá excesivamente bisoña en determinadas posiciones, pero con el empaque suficiente para plantearse el objetivo realista de finalizar la Liga entre los cuatro primeros. Es posible que Simeone disponga de más delanteros y Unai tenga más nivel que Nuno en el lateral derecho, pero no me negarán que Gayà mejora a Filipe o que la sociedad Mustafi-Abdennour supera a cualquier pareja de centrales que alinee el Sevilla. Hay argumentos de sobra para pelear de nuevo por la tercera posición. Respecto a la Champions, el sorteo obliga al Valencia a meterse en octavos. Pero no repitamos mucho eso del favoritismo. Está históricamente demostrado que no nos viene nada bien. En la Copa del Rey no será difícil mejorar el desastre del Power8. Todo lo que no sea alcanzar estos objetivos mínimos, será un fracaso.

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